jueves, 19 de julio de 2012

Muerte en la oscuridad.

Un asesino como los demás (76)

El Jefe Supremo Lopategui Serranillos revisaba el historial del asesino de ancianas junto a los comisarios Molina y Argoitia, expertos criminalistas ambos.
- Lo más sorprendente del caso es que continuamos a estas alturas sin hallar una conexión entre las víctimas. - Apunto Molina - En todas las historias conocidas de asesinos en serie ha habido una relación en...
- Aquí la única relación son las ancianas. - Interrumpió Argoitia - El también es un hombre mayor y, por lo tanto, no se atreve con gente más joven, u odia a las viejas porque su abuela era una sádica, vete a saber!
- Si ustedes me lo permiten, estimados colegas, - Intervino de nuevo el Jefe Supremo - hay dos detalles; el primero, que se mostró especialmente cruel con una de las mujeres, una tal Ponciana Arteta, delincuente común; el segundo, que deja de matar edurante una temporada, no muy larga desgraciadamente, cuando el movimiento policial y el barullo de la prensa es mayor.
- Yo destacaría otro detalle, el hijo de puta es invisible.
Nadie le rió la gracia a Argoitia; prosiguió Molina.
- A lo del ensañamiento especial con una de las víctimas, yo le veo una explicación lógica, esta mujer debió resistirse más que las otras, no olvidemos que era de complexión robusta. De todas formas, he visto en la documentación que hubo otra que también recibió lo suyo, una de las hermanas trapecistas. (A Argoitia se le ocurrió una nueva gracia pero no la dijo: "Aviso a las ancianas, no se resistan ustedes ante el sicópata y así les dará menos cuchilladas") Que deje de matar cuando hay más policía tras sus pasos, también es lógico, a los sicópatas les gusta jugar al gato y el ratón con la policía, pero a su vez desean seguir gozando de libertad.
- Y este jodido tiene muchísima suerte, una inmensa suerte!... Le tuvimos casi pillado pero se nos escurrió como una anguila; uno de los agentes de mi comisaría incluso habló con él. - relató el Super Jefe.
- Sí, conozco la anécdota - respondió Molina sonriendo - el célebre Valdeminguilla!
- Y una señora mayor, que escapó milagrosamente de sus garras, afirma haberle visto recientemente en un autobús. A esa mujer la interrogué yo hace poco tiempo, aquí tengo su nombre. - mostró uno de los papeles que había sobre la mesa - "Purificación Castro Allendelagua"
- Ya, "la de la tele" - volvió a sonreír Molina.
- Y también le vio la agente Felisa Calvo, y el vidente que está ahora a la espera de juicio por el asesinato de un sicario. En fin, un tipo astuto y escurrididizo, pero con mucha suerte, con muchísima suerte! -  elevó el tono de voz el Super Jefe.
- Cómo van las investigaciones del inspector Churriguera, jefe?
- Ha entrevistado a medio mundo relacionado con las víctimas, especialmente a los conocidos de Ponciana Arteta, pero sin ningún resultado. Sin embargo tengo a un equipo revisando las declaraciones por si hay que volver a interrogar a alguno.
- Habrá que soltar a Valdeminguilla  y lanzarle a la calle con una cámara y un micrófono oculto.
Esta vez la gracia de Argoitia provocó unas leves sonrisas de sus colegas.


      


De pronto se apagó la luz. El susto de la anciana fue mayúsculo por no encontrarse en su casa. Ella era muy temerosa de la oscuridad y en todos los rincones de su domicilio había velas para solucionar una emergencia. Ahora se sentía aterrorizada por ignorar la ubicación de los fusibles. Aquel lugar era extremadamente oscuro con las ventanas cerradas. "Oh, ángeles guías, protegedme!"
Comenzó a dirigirse a tientas hacia la puerta de la calle, pero un bulto emergió de las tinieblas y se colocó ante ella, un cuerpo de monstruo humano que se le echó encima tapándole la salida. Y junto al dolor y el pánico de la primera cuchillada, escuchó una voz furiosa: "Toma, hija de puta, para que dejes de molestarme!" El sufrimiento sólo duró un par de cuchilladas más, pues la infeliz Goyita murió de un infarto.

Diez minutos antes, Doña Purita, se sintió indispuesta y sus compañeros llamaron a un taxi para la acercase a casa, aunque vivía relativamente cerca, y Goyita se ofreció a sustituirla en las labores de limpieza del local.
Goyita (Gregoria Valverde Ventura) se convertía en la víctima 19 del ilocalizable asesino en serie, y Doña Purita mantenía su estatus de gloriosa superviviente.

(Continuará)

4 comentarios:

  1. Ya decía yo que tan fácil no iba a ser, eso de cargarse a Doña Purita.
    ¡Uys, cómo se va a poner cuando lo sepa!

    ¡Buen día, artista del suspense!

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  2. Ya lo sabe y está muy mosqueada por le ha caído la gorda!... ya se enterará usted, je, je!

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  3. Aquí se masca la tension sexual no resuelta entre el asesino y Doña Purita

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  4. Je, je, Don Jesús busca interpretaciones freudianas!

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