viernes, 30 de noviembre de 2012

Un Don Juan muy especial.

Un asesino como los demás (185)

En el episodio anterior:

El inspector Molina consigue captar la atención de Manolín, el niño que ha amenazado con arrojarse por el balcón si su madre continúa prohibiéndole que vea a su abuelo. ( Su abuelo es el asesino en serie más famoso de los últimos tiempos como ya saben los 114.717 lectores diarios de este novelón )
Virgen María Gutiérrez, una mujer tan voluminosa como Felisa Calvo, ha interpretado con excelente dicción y sobrado talento dramático sus versos en el casting de la escena del sofá de Juan Tenorio para el grupo de teatro Bambalinas. Doña Purita se ha puesto nerviosísima al enterarse de quién va a ser su ocasional partenaire.







( "Bambalinas", tiras de lienzo o papel que cuelgan de la parte superior del decorado. A ellas debe su nombre la formación teatral del Centro Cívico para la Tercera Edad Marujita Diaz )









( "Marujita Diaz" A ella se debe el nombre del Centro Cívico para la Tercera Edad Marujita Diaz )


- Ay, Teresita!... Ay, Dios mio!... - Se agarró con fuerza al brazo de su amiga hasta hacerla daño - Ay, que yo no puedo salir!, Que no puedo salir!
- Pero qué te pasa loca?!... Ay, que me estás haciendo daño, suéltame!
- Pero no lo ves?!... El Bienvenido ese es el bizco!
- Y qué más dará, hija mia!... Tú haces tu parte y punto. Qué tiene que ver que sea bizco o independentista?
- Es que no me va a salir bien, me va a dar la risa!... Cómo le miro yo cuando me diga eso de "Oh, sí, bellísima Inés, espejo y luez de mis ojos"?
Todo este diálogo de Doña Purita y Teresita en una de las filas de atrás del salón de actos era posible porque Don Graciano había recibido una llamada por el móvil y la estaba atendiendo. Bienvenido Badalona esperaba ansioso a su Doña Inés.








( "Ben Turpin", uno de los grandes pioneros del Hollywood legendario, actor con el que guarda un gran parecido Don Bienvenido Badalona )

- Ay, hija mia, y si me río el bizco se va a ofender.
- Venga, Purita, déjate de historias. Mucha mierda!
- Qué?!
- Que te deseo mucha mierda. Que triunfes!
- Ah, esa es otra de las supersticiones, no?... Osea, que para desearle suerte a alguien hay que decir una grosería. Pues vaya costumbritas!
- Estamos en el mundo del teatro, Purita.
- Doña Purificación!... - Gritó Don Graciano - la estamos esperando!
Y Purita añadió la guinda:
- Que te rompas una pierna, querida!









- Si vuelves con tu mamá, yo te juro que hago todo lo posible para que veas a tu abuelo.
- Mentira, más que mentira!
- Por qué dices eso?
- Pues porque no tienes que hacer "todo lo posible", te basta con dar una orden y que mi mamá la cumpla, porque a los policías hay que obedecerles.
- Eh... de acuerdo, haré que tu madre cumpla la orden.
- Júralo por Dios.
- Pues... no soy creyente, no te iba a servir de mucho.
- Yo tampoco creo en los curas. El padre Glorialdo mete mano a los niños, y también Alfonso el tendero.
- Ya, hay muchos de esos, sí.
- Pero tienes que jurarlo por Dios, el juramento vale aunque no seas creyente.
- Vale, pues lo juro por Dios.
- Y por su Santa Madre...
"Jodeeer!"... - De acuerdo, y por su Santa Madre.
- Vale, lo has jurado, eh?, y si ahora no cumples tu palabra te va a pasar una desgracia muy grande. Y ahora me voy a tirar al colchón ese de los bomberos porque de mayor quiero ser astronauta-paracaidista.
"Hostias!" - Escucha, escucha!... Si no te tiras no le digo a nadie que eres tú el que tiraste petardos a la policía y a los ancianos!

( Continuará )

"Una novela no existe hasta que no dispones de un personaje, un ser que engloba en su interior el bien y el mal, que es contradictorio y termina haciendo cosas que desconocías y ni siquiera imaginabas" ( Manuel Rivas, escritor )


jueves, 29 de noviembre de 2012

Molina, Spiderman, Don Juan y Doña Inés.

Un asesino como los demás (184)

El monstruíto giró la cabeza hacia su derecha y le miró durante unos segundos. Después recuperó su anterior ángulo de visión: el público del fondo de la plaza y los vehículos más próximos al balcón, patrullas de policía, ambulancias y bomberos.
Molina apoyó los brazos en el alfeizar de la ventana buscando la postura más cómoda posible, y se dispuso a interpretar su papel.
- Hola!
Mini Spiderman no contestó. El Super Poli ya se había imaginado que la primera reacción del renacuajo iba a ser negativa. Claro, ahora cayó en la cuenta, el portal que estaban vigilando Argoitia y él era el del abuelo de este mocoso, y el ataque con petardos fue un "acto heróico" para defender a su abuelo. La madre que lo parió!... Pero lo del centro cívico ya no le parecía tan heróico.
A mi también me gusta mucho Spiderman, me he visto todas sus películas.






Don Juan Tenorio es muy anterior a Spiderman, aunque también escala paredes, sobre todo de conventos, y a lo mejor algún día lo hacen en 3D y sin versos, pero con mogollón de efectos especiales. La escena del cementerio, por ejemplo, da para muchos efectos truculentos, y la escena del sofá sin diálogos, y con Doña Inés enseñando tetas y muslos, quedaría muy chuli. Pero no nos anticipemos porque en el Tenorio de momento priman las rimas.
- "Tal vez poseeis, Don Juan... un misterioso amuleto... que a vos me atrae en secreto... como irresistible imán"... "Tal vez Satán puso en vos... su vista fascinadora... su palabra seductora... y el amor que negó a Dios"
- Muy bien!, muy bien!... un aplauso! - Exclamó Don Graciano Hernando de Mendoza, y todos los participantes en el casting aplaudieron emocionados. Esta había sido la actuación de Virgen María Gutiérrez, la señora a la que Doña Purita calculaba unos120 kilos. La oronda matrona tenía una excelente voz y sabía modularla muy bien para el verso. De jovencita, en las fiestas del colegio, había recitado poesías de Espronceda, Becquer y el Marqués de Santillana.
Doña Purita y Teresita estaban instaladas en una de las filas de atrás del salón de actos, esperando su turno, muy nerviosas ambas, sobre todo Doña Purita.
- Pero esta mujer tan gorda no puede hacer de Doña Inés, Teresita, no da el tipo!
- Ay, hija, que no te enteras de nada!... Ha dicho antes Don Graciano que el Tenorio es sólo para el casting. Vamos a hacer otra obra, una que ha escrito el propio Don Graciano.
Las amonestó el gran director:
- A ver, por favor, guarden silencio las de ahí atrás, que estamos en un casting!




- Pero tú eres policía y yo no he pedido que venga ningún policía. Quiero que venga mi abuelito.
- Ya, ya lo sé, pero me parece que tu madre está enfadada con tu abuelito.
- Pero mi abuelito no es el asesino en serie, es el Crispruciano ese, y mi mamá dice que la policía es tonta porque el asesino es mi abuelo.
"Tu madre tiene más razón que un santo, hijo mio, pero cómo te explico yo a ti que esto es todo una puta farsa"






- Muy bien, los siguientes van a ser... - Y el director consultó en un blog de notas porque su ayudante de dirección y secretaria, Doña Ignacia Rebolledo, de 79 años, se había dormido - Don Bienvenido Badalona Ruiz y Doña Purificación Castro Allendelagua. Por supuesto, Don Bienvenido hará de Don Juan y Doña Purificación le dará la debida réplica como Doña Inés.
- Ay, Teresita!, Ay, Dios mio!... - Y se agarró con fuerza al brazo de su amiga hasta hacerla daño - Ay, que yo no puedo salir!... Que yo no puedo salir!...
- Pero qué te pasa, loca?!... Ay, que me estás haciendo daño, suéltame!
- Pero no lo ves?!... El Bienvenido ese es el bizco!

( Continuará )

"No soy en absoluto partidario de la televisión, pero sólo se puede escribir desde la mala leche, y la televisión es, en este país, el instrumento ideal para cargarse de mala leche" ( Javier Tomeo, escritor )

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Molina entra en acción.

Un asesino como los demás (183)







Encarni estaba un poco más calmada, pero no había forma de convencerla de que permitiese al niño ver a su abuelo. La acompañaba una vecina, María Luisa, además del sicólogo y un agente muy decorativo que formaba parte del departamento de relaciones humanas de la policía. Molina, que acababa de llegar, intentó poner de su parte.
- Señora, hágase a razones, la vida de su hijo corre peligro. Mírelo de esa manera y deje de pensar en su padre. Ante todo, el niño debe vivir.
- Ja, y vivirá!... Este no se tira, si lo sabré yo!... Lo está haciendo para humillarme, nada más que eso.
- Permítame que discrepe, señora, usted no sabe lo que puede estar pasando por la cabeza de un niño que se ha sentado en la barandilla de un balcón. Joder, le puede dar un ataque de tos y perder el equilibrio!
- Se agarrará bien, descuide.
- Pero esta situación no puede eternizarse.
- Ya se cansará.
- Uf!... "Molina, a lo tuyo, que has venido aquí a parlamentar con el niño" En fin, desde dónde puedo hablar con él sin salir al balcón?
- Entre en su habitación, es esa puerta de ahí, la primera a la izquierda. Es la más cercana al balcón. Y dígale que está haciendo sufrir mucho a su madre, a su padre, a su hermana, a su tía Conver y a la abuelita Rosita, que le está viendo desde el Cielo, y que no nos merecemos esto.
Encarni no terminaba de enterarse de que a Manolín le encantaba hace sufrir a los demás, o lo sabía muy bien pero ahora era víctima de la emoción por verle encaramado a la barandilla. Manolo el taxista todavía no se había acercado a casa a pesar de que ya estaba al corriente de la mala nueva.
- Cómo se llama?
- Manolín.
Y se fue directo a la habitación.
"Esta mujer es la hostia en verso, sufre un ataque de histeria porque su hijo amenaza con tirarse del balcón... y ahora tiene los ovarios de decir que no se va a tirar. Mierda, le tenía que haber hablado de la alarmante tasa de suicidios infantiles que hay en España, a ver si eso le hacía cambiar de idea"
Entró en la habitación y lo primero que vio fue una máscara de Spiderman colgada de la pared sobre la cabecera de la cama. Dos imágenes le vinieron rapidamente a la cabeza: la de un hijoputilla lanzando un petardo contra el coche en el que estaban Argoitia y él, y el mismo monstruito asomando por entre dos contenedores y explotando otro petardo a sus pies. Pero aún había más: los polis que tomaron declaración a las cuidadoras de los ancianos del centro cívico, le habían dicho que el niño que daba las órdenes era el que iba cubierto con la máscara de Spiderman.

   Subió muy despacio la persiana para no asustarle. Su primera impresión fue grata, los agentes habían distanciado al público lo suficiente para que no les resultase un incordio. ( La misma medida se aplicó a la prensa y de nada sirvieron las protestas de los reporteros )

- Usted mantenga el orden en la calle, Vallejo, no puede hacer otra cosa,  - Le dijo el Super por el radioteléfono - y dejemos que Molina haga su trabajo.
- A la orden, jefe.
- Por cierto, se ha enterado de lo del teniente Luceño?
- Qué ha pasado?
- Se ha matado persiguiendo a Rompetechos.
- Madre mia!

El monstruíto giró la cabeza hacia su derecha y le miró durante unos segundos. Después recuperó su ángulo de visión anterior: el público del fondo de la plaza y los vehículos más próximos al balcón, patrullas de policía, ambulancias y bomberos.
"Jo, ha venido también un globero!... Minie Mouse, Bob Esponja, un unicornio, un castillo... Spiderman!"

  Molina apoyó los brazos en el alfeizar de la ventana buscando la postura más cómoda posible y se dispuso a interpretar su personaje.
- Hola!

Felisa le pidió prestados los prismáticos al tipo engominado, encorbatado y mofletudo que estaba presenciando aquello como si fuese un evento deportivo.
- Permítame un segundo, caballero.
El individuo se los dejó pero con muy mala cara. Aquella gorda imponente y el gigantón que la acompañaba parecían más bien los policías de una comedia americana. Y eso que no había visto a Valdeminguilla.
Felisa buscó con los prismáticos la ventana anexa al balcón para ver si conocía al poli al que habían encomendado hablar con el niño, y su sorpresa fue tan emocionante como mayúscula. "Molina!..." El corazón de la mega poli latió con fuerza. El del careto porcino requirió su juguete de forma apremiante.
- Oiga, que me lo estoy perdiendo!
- Mire, mire usted, no se lo pierda! - Y gritó: - Super Poli acaba de llegar!
Guarromán la miró espantado: "Se ha vuelto loca?!"

( Continuará )


"Por la festividad de San Jordi o en muchos premios literarios te ves rodeado de escritores mediáticos, y te preguntas: "Qué hago yo aquí?" Y te vas. Es un agravio comparativo constante. A pesar de eso, la verdad es que siempre fui un escritor minoritario, con buenas críticas, pero la masa no las entendía" ( Javier Tomeo, escritor )





martes, 27 de noviembre de 2012

Una vida en peligro

Una asesino como los demás (182)

- Te gusta Molina, eh?
- Joder, Guarromán, no tienes derecho a hacerme un interrogatorio sentimental, vale?
Apareció Valdeminguilla corriendo con la lengua fuera y el rostro desencajado.
- Compañeros!, compañeros!... Máxima urgencia!..., hay un niño que quiere tirarse por el balcón de su casa.



 


Cuando Calvo y Guarromán llegaron al lugar del suceso, ya lo habían hecho otras patrullas, además de varias ambulancias y un enjambre de curiosos. Varios agentes se dedicaban a apartar a la chusma y otros a colocar cintas de "no pasar, línea de policía" o vallas de metal.
El chusmerío hacía fotos o grababa en video con sus móviles y tabletas al "niño suicida" Allí arriba, colgando del balcón del tercer piso, una sábana mostraba su dramático mensaje: "REBINDICO BER A MI AGUELO" Y junto a la pancarta, sentado peligrosamente en la barandilla del balcón, Manolín contemplaba al público que se había congregado para verle.
- Su puta madre!... como sople un poco de viento, lo tira. - Dijo uno de los curiosos morbosos.
Su santa madre estaba siendo atendida por un sicólogo. A Encarnita se la habían llevado a casa de una vecina para que no se traumase. Al balcón no se podía acceder porque Manolín había dicho que si se acercaba alguien se tiraba. La situación estaba muy jodida, el enano podía estamparse contra el duro pavimento si perdía el equilibrio. ( Pero tan sólo si perdía el equilibrio porque su propósito no era saltar, sino llamar la atención de todo el mundo para que leyesen lo de la "rebindicación" y se solidarizasen con un niño víctima de una madre cruel que no le permitía visitar a su "aguelo") Y entonces llegaron los bomberos y se afanaron en colocar un colchón grande, pero el peligro seguía existiendo en teoría porque el suicida podía caer fuera del colchón.
Unos minutos antes se había desarrollado esta conversación entre el mandamás Lopategui Serranillos y el inspector Molina.
- Confío en usted como "negociador", Molina, le corresponde nada menos que negociar la salvación de una vida humana. Churriguera, que ya se ha dedicado a esto otras veces, está con un gripazo tremendo, y de los sicólogos civiles no me fio un pelo.
- Pues yo no soy un "sicólogo policial", jefe.
- Es igual, no discuta la orden, Molina, creo en su capacidad para hacerlo. Consiga que ese niño no cometa una locura, entendido?... Ah, un dato por si le sirve: el crío es nieto de nuestro conocido Alegre Santaflauta.
- Bueno, pues si se trata de que quiere ver al abuelo, podríamos llevarle al abuelo.
- La madre se niega, ha dicho que su casa "no la pisa ese asesino", fíjate como está el cotarro. Y nos tememos que si aparece el viejo, la madre puede armar tal escándalo que provoque el suicidio del niño. De hecho he colocado a un agente en el portal para que le impida el paso en el caso de que le de por presentarse.
- La hostia!... Y no pueden convencer los sicólogos a esa mujer para que permita acercarse al abuelo?
- Está en una crisis nerviosa del carajo y no se deja ayudar. Molina, no más palabras, el tiempo corre en nuestra contra.

    Felisa Calvo observó que Guarromán estaba nerviosísimo.
- Te encuentras mal, Guarromán?
- Es la impotencia, tía, no puedo soportar la situación. Sólo la idea de de que el niño se tire sin que podamos evitarlo...
- Enseguida enviarán a alguien para que hable con la criatura, nosotros sólo podemos hacer lo que estamos haciendo. Oye, desde aquí no le distingo bien, pero me parece que ese es el nieto de Angel Luis Alegre.
Lo que estaban haciendo era movilizar a los curiosos cada vez más lejos del portal, porque no todos se mantenían en tenso silencio, algunos habían empezado a gritarle al niño y se oía de todo: "No te tires, chaval, no seas tonto!"; "Se bueno, cariño, vuelve con mamá!"; "Quieres que te compre un pastel?!"; "Te regalo una camiseta de Cristiano Ronaldo!"...
A la chusma se estaba sumando una legión de vendedores ambulantes, reporteros de televisión, carteristas marroquís, gitanas rumanas mendigas, encuestadores, vendedores de prensa marginal y una promoción de coca cola zero que regalaba botes pequeños. También se vio a un jefe indio apache perfectamente aderezado con su indumentaria y pinturas de guerra, era el desamparado Florencio Cabello que había interrumpido su quehacer artístico callejero contagiado por la masa humana que se dirigía al lugar del "espectáculo"
Desde tiempos inmemoriales el populacho se ha sentido atraído por los autos de fe, hogueras humanas, guillotinas, ahorcamientos o paellas gratis para 500 personas.



   


( Espectáculos gratuitos de interés público - incluídas las delicias gastronómicas - para disfrutar en familia, sobre todo si el tiempo acompaña )

Valdeminguilla le dijo a una gitana rumana que era ilegal mendigar con un bebé, y como respuesta recibió un escupitajo en toda la cara, lo que provocó las carcajadas ruidosas de un grupo de jovenzuelos anti-sistema que vaciaban litronas sin ninguna moderación. No fue el único tropiezo del caótico uniformado en aquella jornada aciaga. Horas después, el Super se arrepentiría una vez más de haberle liberado de los retretes.

( Continuará )



Falta menos de un mes para que termine este novelón... si usted no lo remedia con su comentario.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Me gusta el amarillo, es mi color!

Un asesino como los demás (181)

El Super Jefe tuvo una idea muy poco ortodoxa: "Este hijo de puta de Rompetechos será gafe?... Allí por donde pasa se mata la gente, ya sea en coches o en helicópteros, y va y se estrella contra una peletería y mueren sus complinches, pero él se salva, hay que joderse!"
Y eso que el cabilante jefazo ignoraba que a Rompetechos le habían echado del Cielo. ( Ver capítulo 115 )





- Pues porque el amarillo es gafe, Purita, no le des más vueltas.
- Yo sólo sé que el amarillo atrae a los mosquitos, lo demás no lo entiendo, son paparruchas.
- Tú sí que eres una paparrucha, hija. Venga, levanta el ánimo, sosa, más que sosa!
Se dirigían dando un paseo al Centro Cívico para la Tercera Edad Marujita Diaz en donde les esperaban el resto de los seudoactores y seudoactrices que iban a intervenir en el casting para el reparto del próximo montaje del flamante director Don Graciano Hernando de Mendoza, Marqués de Villar del Olmo. ( Aunque este título se sospechaba que era falso y que se lo había puesto para impresionar a los abuelos, y es que hay gente que todavía se derrite con los títulos nobiliarios, la monarquía o las fotos en el Hola de Julio Iglesias.














( Este espacio en blanco corresponde a dos fotos de la Duquesa de Alba en diferentes momentos de su vida que no aparecen por gentileza del ciber de la biblioteca del Manchester College )




( Imágenes tradicionales para consumo y deleite de admiradores inquebrantables )

Felisa y Guarromán conversaban "conciliatoriamente" en el aparcamiento de la comisaría.
- Lo nuestro no tiene futuro, Guarromán, podríamos hablar en todo caso de pasado. Me pillaste en un momento de debilidad y tuvimos eso que se llama una aventura, un contacto, un polvo, un ratillo... como prefieras decirlo, y sansejodió cayó en viernes. No hay más tequila, Manguila! - "Dios que retórica esta la tía" - Te estimo como compañero y sé que eres un tío cojonudo que me puede echar una mano cuando lo necesito. Tienes buen corazón. Pero lo otro debemos aparcarlo para siempre, correcto?, no estropeemos nuestra relación de afecto y compañerismo.
- Puedo hacerte una pregunta?
- Depende cual.
- Has roto definitivamente con el asturiano?
- Sí, pero lo mio con Pelayo no ha tenido nada que ver con nuestra... con nuestra aventura de esa noche, ya no funcionaba la relación.
- Te gusta Molina, eh?
- Joder, Guarromán, no tienes derecho a hacerme un interrogatorio sentimental, vale?
- Por qué no me llamas Eulogio?
- Escúchame bien, Guarromán, yo quiero solucionar esto con buena fe, pero me temo que tú quieres joderlo. Si tienes celos es tu problema, sólo tuyo, te los comes con patatas fritas, vale?
Apareció Valdeminguilla corriendo con la lengua fuera y el rostro desencajado.
- Compañeros, compañeros!... máxima urgencia!, hay un niño que quiere tirarse por el balcón de su casa!

( Continuará )

"Los zombis son vampiros descafeinados, tonterías americanas como el kétchup... No leo nada de eso" (Javier Tomeo, escritor)

sábado, 24 de noviembre de 2012

Muertos en acto de servicio

Un asesino como los demás (180)

- Quiero que el sujeto esté más controlado que nunca. Alegre Santaflauta sigue siendo nuestro principal sospechoso, señores. - Molina y Argoitia asintieron con un mínimo gesto - La escalada criminal de Crescenciano Cano puede haber sido compartida por Alegre Santaflauta.
"Venga, corta el rollo, que ya le has vendido la burra al ministro" - Pensó sarcasticamente Molina, intentando mantener el semblante serio, y alguna idea similar rondó por la mente de Argoitia.
Les interrumpió Daoiz por el interfono.
- Señor, una desgracia, se ha estrellado el helicóptero que pilotaba Benjamín Luceño.
- Hostias, cómo ha sido?!
- Tal y como usted ordenó, estaba persiguiendo al delincuente Rompetechos...
- Recuerdo muy bien las órdenes que doy, coño! Cómo se ha matado Luceño?
- Pues la persecución ha sido entre montañas, por la carretera que une Carrascosa y Lagunilla de las Infantas. El tiempo estaba muy malo y... soplaba viento racheado, llovía intensamente... Total, que se han estrellado contra una pared rocosa del Monte Salvación. Han fallecido el teniente Luceño y el sargento Leganitos.
- Descansen en paz - Y se santiguó ceremoniosamente. Molina y Argoitia cruzaron una mirada de resignación. Las desgracias se sucedían en el cuerpo de policía: la hermana de Felisa, la madre de Guarromán... y ahora Luceño y Leganitos. Y el cabrón de Rompetechos estaba relacionado con cuatro muertes, las del mafioso y su camarero y las de Luceño y Leganitos. El Super Jefe tuvo una idea muy poco ortodoxa: "Este hijo de puta de Rompetechos será gafe?"


 

( Restos del helicoptero en el que viajaban Luceño y Leganitos, una sensible perdida para este colectivo de hombres valientes que luchan contra el crimen )

Los periódicos recordaban al último de los tres grandes payasos de la tele: Emilio Aragón "Miliki". El genial payaso se despedía en un frío día de Noviembre de la pista circense de este mundo tan complicado. En la esquela de El País, tras la larga lista de familiares, podía leerse una risueña petición: "... ruegan una sonrisa por su alma" Adios, Miliki!!


   ( Miliki, un gran payaso para la Historia de los hombres que han hecho felices a sus semejantes)


  


   ( El Gran Charlie Rivel )



  ( Los Inolvidables Hermanos Tonetti )

    ( Emi, Goti y Cañamón )


Gracias a todos por haberos dedicado al maravilloso oficio de hacer reir!!... Gracias!... Gracias!... Gracias!

( Continuará )