jueves, 6 de septiembre de 2012

Los niños más malos del mundo

Un asesino como los demás (117)

Sor Auxiliadora le consiguió al padre Glorialdo una sotana más presentable. El viejo ministro del Señor se empeñaba en vestir sotana en el apartamento en donde estaba recluído, a pesar de los calores estivales. Pero la solidaria monjita estaba ahora más preocupada por Crescenciano Cano. Al esquizofrénico le había dado por decir que quería matar mujeres.
Comenzó la lenta recuperación de Rompetechos tras el accidente sufrido "en acto de servicio" Policías uniformados vigilaban día y noche la puerta de su habitación en el hospital, esperando el momento de poder llevárselo a prisión.
Flabio Oriñón aleccionaba a Doña Purita para que se centrase en los asuntos principales de la entrevista: "incopetencia policial" y "descripción del asesino" A la audiencia de ese programa había que evitarle lo de la secta apocalíptica, la cantante Goyi, la gata Bimba, Bertín Osborne y Cañita Brava. Debería ceñirse a las preguntas del cuestionario. El maestro Oriñón pensaba dar el campanazo con su talk show policial y deseaba que todo saliese perfecto. 

    ( Bertín Osborne y Cañita Brava, dos ídolos de multitudes con los que tuvo el honor de encontrarse Doña Purita en los pasillos de Tele 10 )

Felisa Calvo y Pelayo salieron de su crisis, o de la crisis de Felisa, y volvieron a hacer el amor con frenesí y profusión de orgasmos. La policía gorda había recuperado la confianza en sí misma tras pararle los pies al periodista cabrón, pero aún se sentía cohibida ante la presencia del inspector Molina, al cual procuraba evitar para que este no notase su azoramiento.
Florencio Cabello atravesaba una malísima racha. La crisis golpeaba con mayor dureza a los buscavidas de la calle. Así que decidió cambiar de aires. Se metió en un autobús por el módico precio de 30 euros y dio con sus huesos, mudas, calcetines y maquillajes en las playas del litoral murciano. Aún quedaba un mes de veraneo y, si el negocio empezaba a flojear en las playas, probaría suerte en las capitales murciana y alicantina. Y, para distanciarse aún más de recuerdo de Felisa, cambió su personaje de vaquero por uno de indio.

  ( Playa del Puerto de Mazarrón, frutícola y turístico pueblo murciano, lugar en donde el atormentado Florencio Cabello trata de olvidar a la voluble Felisa Calvo haciendo el indio para los veraneantes madrileños y guiris. En la segunda fotografía: Florencio en su recreación de un temible jefe indio de la tribu Chiricagua )




Las maldades de Manolín y "El Tordo" y la profesionalidad de Cabruñana y Valdeminguilla.

Manolín y su colega de correrías "El Tordo" (Tenía tal apodo porque se ajustaba al dicho que define a este pájaro. "Tordo: la cabeza pequeña y el culo gordo") estaban disfrutando de una feliz tarde de travesuras de primer grado. Su campo de operaciones era el Parque Público Virgen Santísima del Escorial. Escondidos tras los arbustos les lanzaron bolsas infladas con agua a las parejas que retozaban en la hierba; tiraron piedras a un quiosco de helados y le empujaron a un anciano contra el seto en donde estaba meando. Y ahora se dedicaban a hacer rabiar a un ciego. El pobre ciego blasfemaba y se revolvía contra los malditos renacuajos intentando atizarles con el bastón, mientras los pequeños hijos de puta le daban latigazos en las piernas con una rama, le escupían y se partían de risa.
Varias personas se detuvieron a recriminarles su conducta y no tuvieron más remedio que batirse en retirada, aunque no se fueron muy lejos por si la situación les volvía a ser propicia.
Y entonces apareció el Séptimo de Caballería, mejor dicho: una pareja de la policia nacional en patrullaje andarín, los agentes Victorio Valdeminguilla y Felipa Cabruñana.
- Ustedes siempre llegan tarde! - Les increpó una señora con semblante de estar muy dolida.
- Cómo, está aquí la policia?!... - Exclamó el ciego con rabia incontenible - Vienen a detenerme hoy también?! - Y se dirigió en voz muy alta y cabreada al público presente - Ayer me atropelló una bicicleta, me pegó una tia loca y me llevaron detenido para interrogarme. No hay derecho!... Ustedes son de la Gestapo, nazis, más que nazis!
- Cálmese, caballero. - Le dijo la agente Cabruñana al ciego sufridor utilizando su mejor tono profesional.
- Que me calme?!... Que me calme?!... Me cago en el gobierno y en la puta policía!... Venga, deténganme otra vez!
- Disuélvanse, por favor! - Pidió con cortesía y firmeza policial el agente Valdeminguilla, pero sólo consiguió provocar unas cuantas carcajadas del respetable.
Unos jovenzuelos litroneros corearon: "Yo-tam-bién-soy-el-ciego!... Yo-tam-bién-soy-el-cie-go!"
Valdeminguilla era tan risible como Cabruñana. El uno delgadísimo y con cara de memo y la otra bajita, menudita y con rostro ratonil. De Cabruñana solían decir que era "chupadilla y gafosa" o bien "pitufa cuatro ojos" La gente es muy mala y el corporativismo se toma estas libertades. Pero ambos eran ejemplares en su afán de servicio.
- Pedimos refuerzos, compañera? - Preguntó por lo bajinis Valdeminguilla.
- No, mejor nos vamos yendo discretamente, el agredido rechaza nuestra ayuda - Contestó Cabruñana con mejor criterio.
E iniciaron un mutis decoroso mientras el ciego gritaba: "Quién es el jefe de la policía, Himmler o el sheriff de Coslada?" Y los jovencitos coreaban gozosísimos: "Po-li-cia-el-que-no-vo-te!... Po-li-cia-el-que-no-vo-te!"
Y fue entonces cuando le vio. El corazón de Valdeminguilla dio un brinco dentro de su pecho raquítico y luego siguió brincando todo el rato. Era él!...
Y se lanzó emocionado en desenfrenada persecución del chiquillo ante el asombro de la agente Cabruñana.

( Continuará )

8 comentarios:

  1. ¡Ondia!, Manolín localizado por el agente Valdeminguilla. Si lo atrapa, el asesino estará finiquitado, conque creo que el pobre Victorino (¿es así?) se va a pegar una morrada de espanto, je je je...

    Desde luego, Oriñón es un iluso si cree que Doña Purita se olvide de mencionar las cuatro cosas que la mantienen viva. ¡Nos vamos a reír!

    Sigue usted en la línea de 'La conjura de los necios' al ser el mismo ciego de la otra vez, ¡juas! Es divertidísimo.

    ¡Muchas risas!

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  2. La verdad es que no copio conscientemente, además sería un iluso si pensase que puedo emular al señor Kennedy Toole, pero el haber leído su gran novela unas cinco o seis veces algo habrá influído en mi humor, pero no él sólo, también Eduardo Mendoza, Jardiel Poncela, Gómez de la Serna y otros. Cuando metí a Valdeminguilla en los retretes, le juro que no me acordaba lo del patrullero Mancuso en los retretes de la estación de autobuses, el recuerdo me vino después.
    Felices y grandiosas risas!

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    1. No he pretendido decir que copie, amigo mío, me límito a resaltar pasajes que me recuerdan a lo que conozco y que usted y yo compartimos.

      Y muchas gracias por su caballerosidad en la Comunidad.

      Un abrazo, Don Boni.

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    2. Perdón, llego con un día de retraso, ayer no bajé al ciber, entre que tenía obreros en casa y el ciber del barrio cierra más pronto los viernes... el culebrón se va a eternizar más todavía, je,je!
      De nada por la "caballerosidad", ja, esto suena a antiguo!
      Gracias a usted por todo.

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  3. Uhmmm, ese Florencio Cabello me recuerda a alguien...
    Habra que ver si Monolin se deja atrapar, que este sabe mas que su abuelo.

    Bonfiacio si le das a la flecha con el circulito te salen otras palabras

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    1. ¿?
      Jefe, ¿qué flecha y qué circulito?
      ¡Oig! Haz el favor de ilustrarme, no seas desdeñoso con tu socia.

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  4. Yo tampoco sé de qué va lo de "la flecha y el circulito". Me lo explique, please.

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  5. Hombre, no veis unos simbolos al lado de las palabras de confirmacion

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