sábado, 15 de septiembre de 2012

Protagonistas conectados

Un asesino como los demás (124)




Don Angel Luis escucha.



- Qué pasa hija?
- Esto lo veo muy mal.
- Vaya por Dios!
- Papá, es la Muerte!
- Caramba!
- Se me aparece la Muerte con mucha precisión. No hay ninguna duda. Oh, más bien parece que me habla de muchas personas muertas, pero... qué curioso!
- Qué?
- Espera... - Y fue colocando más cartas sobre la mesa, siguiendo el orden del ritual. - Me dicen que a ti te acecha algún peligro. Hay una mujer empeñada en fastidiarte, es posible?
- No lo sé. Quién me va a querer mal a mi?
Pero su pensamiento le acababa de traer a Doña Purita, la nefasta superviviente.
- Vaya, también me habla de más muertes en un futuro no muy lejano. Muertes en tu entorno, por los lugares en donde te mueves.
- Y esa señora que está empeñada en fastidiarme...?
- Nada, no va a conseguir nada. Veo tu triunfo absoluto sobre ella. Sin embargo, aquí me aparece un hombre que sí puede ser peligroso. Sí, sí, de este hombre debes cuidarte, uf!
- Qué pasa ahora?
- Me dice algo así como que este hombre tiene poderes para destruirte. Papá, la cosa es muy seria!
- Je, je, sólo es un entretenimiento, una superstición...
- Como tú quieras, pero la adivinación funciona desde mucho antes de que existiese el Cristiniasmo. Para la Iglesia Católica es una superstición, pero para mucha gente es una ventana por la que podemos ver el futuro.









El Profesor Merlíng ve.

Le estaba viendo en este momento el Profesor Merlíng, su peligrosísimo enemigo, no con la precisión de una retransmisión televisiva, pero hasta él llegaban las ondas ultradimensionales que le mostraban al asesino hablando con alguien en un lugar alejado de España. No, no había huído al extranjero. Regresaría. Sí, estaba muy preocupado, pero también se sentía imbatible, único, poderoso... como el día aquel en el que introdujo un cuchillo en su mochila... el muy hijo de puta!
Desconectó su canal telepático y enchufó la tele para sintonizar Tele 10. No pensaba perderse el especial de Flabio Oriñón sobre la incompetencia policial y las extrañas redadas de ciegos.







Doña Purita se mea.

Doña Purita estaba radiante porque había conseguido el autógrafo de Bertín Osborne, y además, Bertín le había dicho que la conocía y la tenía por una mujer muy valiente. "Uy, cuando le diga a Teresita lo que me ha dicho Bertín!" (Teresita, tal y como le había prometido Oriñón, se encontraba entre el público)
- Tenemos diez minutos - gruñó Oriñón - quiero que esta mujer vuelva a ser una mujer normal de su edad, una señora sencilla como lo ha sido hasta ahora. Yo voy a entrevistar a Purificación Castro, no a Marujita Diaz. Así que fuera pinturas y trapos de fantasía. - Y lo dijo fulminando con la mirada a estilistas y maquilladoras - Venga, rápido, rápido...!
Guarromán sudaba como un gorrino a pesar de el aire frío de los pasillos de Tele 10, pero celebraba con todo su corazón que Doña Purita no hubiese caído en las garras de el asesino porque a él se le hubiese caído el pelo.

     ( Para tranquilidad del policía custodio Guarromán, el asesino en serie no se encontraba en las instalaciones de Tele 10 )

El plató ya estaba iluminado y el público en su sitio. Los técnicos esperaban las órdenes pertinentes del realizador. Doña Purita fue reconvertida en Doña Purita a la velocidad del relámpago y conducida a pasos largos hasta el plató por un equipo de profesionales ansiosos: las azafatas, una maquilladora, el regidor, Oriñón... Y Guarromán escoltando a la comitiva por si le daba por aparecer al asesino.
Y estando la maquilladora quitándole brillos y gotitas de sudor, Doña Purita sintió la necesidad imperiosa de acudir a los servicios.
- No puede aguantarse? - La espetó Oriñón con destellos de ira en la mirada.
- No, me estoy haciendo pis, corcholis!
- Es igual, - dijo el regidor - vamos a empezar con Romualdo Guardeño, no?
- Sí, vamos a empezar con Romualdo Guardeño, pero me gusta que todo el mundo esté en el estudio antes de empezar un programa, cojones!
Romualdo Guardeño, el invidente agredido por una señora mayor, acosado por dos niños odiosos e interrogado por varios policías facinerosos, iba a ser el telonero de la entrevista estelar de Doña Purita.
Se oyó la voz del realizador:
- Cinco segundos y salimos al aire!
Doña Purita corría hacia los váteres escoltada por Guarromán y un enjambre de azafatas. Daba la impresión de que es estaban meando todos.

( Continuará )


5 comentarios:

  1. Doña Leona:
    He comentado todo lo suyo por ahí abajo.

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    1. Muchas gracias. Ya lo he visto, aunque le contestaré algo aquí para no liarnos mucho, que si no, vamos a hacer usted y yo una novela paralela a esta, ¡juas!

      En realidad, sólo a su pregunta por el paradero del jefe. He chateado con él hace un rato, está en el trabajo -en el que cobra-y pronto se pondrá con nuestras cosas porque ha vuelto a solicitar el alta del ADSL, ¡por fin!
      Si es que no se puede ir con el portátil por la calle, esquivando a viejas con el carrito de la compra, que luego le pasa como a Don Ángel Luis y le salen instintos asesinos, ¡juas juas!

      Anda, ondas ultradimensionales, vaya palabrejas. Mi retatarabuela, apodada la Alegre Voladora por como reía montada en su escoba supersónica, nunca las mencionó ;D

      ¡La 'pixera'! Esto sí que suele causar problemas porque a menudo las ganas de orinar las causan los nervios y cuando alguien está nervioso... ¡patapaf!
      Espero con impaciencia al lunes para ver si al agente Guarromán también le han dado los nervios, entra en el de caballeros y... ¡vuelve a perderla! ¡Juas!

      Buen fin de semana.

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  2. Desde luego la hija bien podria ser contratada por la policia lo ha visto todo, todo. Lo raro es que no sospeche.

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  3. Albricias, señor periodista, congratúlome en tenerle por aquí de4 nuevo!...
    Sí, si sospecha la hija, y mucho, ya lo verá.
    Abrazos!

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  4. Pues a mi no me dan ganas de orinar los nervios, Doña Leona, sino la puta diabetes y que no sigo estrictamente la dieta. Meo más que un perro suelto, incluso por la calle, pero me conozco escondrijos o lugares un tanto disimulados para no llamar demasiado la atención.
    Bienvenida al Lunes!... Ya queda menos para el miércoles, je, je!

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