miércoles, 12 de septiembre de 2012

Don Angel Luis en Manchester

Un asesino como los demás (121)




 


Conver al volante de su Volkswagen rojo y su padre en el passenger's seat, asiento del copiloto, se desplazaban bajo una lluvia torrencial hacia el gran barrio de Salford, lugar en donde vivía la hija menor del mencionado. Conver había suspendido los encuentros de weekend con su novio actual para dedicarle el tiempo a su papá.
- Ya sabes que Encarni es muy aprensiva, papá, ya lo era desde niña, siempre ve fantasmas y calamidades por todas partes.
- Las visitas de la policía a los domicilios son habituales en estos casos. El asesino es un hombre mayor y la policía interroga a los hombres mayores, pero de ahí a sospechar que yo soy... que mi hija se piense que yo puedo ser... Vamos, es monstruoso!
- No le des más vueltas, papá, atraparán a ese asesino y tu hijita Encarni se quedará tranquila.
- Yo creo que esta mujer jamás se quedará tranquila, va con su forma de ser.
Y lo asonmbroso es que Don Angel Luis se creía verdaderamente inocente cuando hablaba con alguien del asesino. Lo veía desde fuera, desde la inocencia absoluta de un inocentísimo ciudadano. Esta cualidad, derivada de su condición de sicópata asesino perfecto, era la razón por la cual el inspector Churriguera no encontraba el más mínimo detalle que pudiese conducirle a una sospecha seria.
- Y tú crees de verdad que atraparán a ese asesino, hija?
- Ya verás como sí, y tú lo celebrarás con champán, como cuando se murió Franco, verdad?, je, je, je!
Llegaron a la altura de la University of Salford y enfilaron por Bolton Road hasta la rotonda que comunica con el Salford Shopping City, una gran área comercial que reune varias de las grandes marcas tenderiles inglesas y un montón de pequeños comercios. Exuberantes arboledas y grandes extensiones de cesped rodeaban los edificios y las zonas asfaltadas.


            

Conver dejó un momento al coche y a su padre en el aparcamiento y entró un momento en el hipermercado "Tesco" a comprar pan y algunas cosillas que le hacían falta para la comida. No quiso que su padre se mojara. Y apenas tardó porque a esa hora mañanera no había grandes colas en las cajas.
Puso el motor en marcha tras dedicar una larga sonrisa al hombre que tenía que ver con su llegada al mundo - ignorando que otras veinte mujeres habían dejado el mundo por su culpa - y volvió a circular por la rotonda para salir a Bolton Road. Pasó por Pendleton Churche y se desvió por la carretera de Eccles. En menos de cinco minutos echó el freno de mano ante una casita de dos plantas de la urbanización Hopwfully (con esperanza)
- Aquí es, papá.
- Qué casa más bonita!
Don Angel Luis conocía de una visita anterior el viejo flat de Old Trafford, nada que ver con esta coqueta casita. Sin duda la niña había prosperado














         



( Pendleton Churche y otras imágenes de Manchester, lugares por donde ahora transita el protagonista de este novelón y que forman parte de la vida del autor del mismo, Lord Bonifacio Bombaredonda )


El Super Jefe toma la palabra

El ambiente estaba muy tenso, pero los espíritus de los servidores de la Ley albergaban la esperanza de una inmediata captura del asesino.
- Veamos, señores... - Carraspeó ligeramente el Super y se lanzó a su monólogo de inicio - Tenemos los testimonios de Doña Purificación Castro y de los agentes Victorio Valdeminguilla y Felisa Calvo. También podríamos decir que lo vio Ubaldo García, alias Profesor Merlíng, pero este testimonio lo mantendremos en la recámara, dado que se trata de un fugitivo acusado de homicidio. La novedad más interesante la tiene el inspector Churriguera, pero de momento nos la reservamos. Señores, en el día de hoy el sospechoso se encuentra en Inglaterra, en Manchester concretamente. Debemos actuar con mucho sigilo para que no se nos escabulla. Si él está convencido de que no le seguimos, volverá a España. Es preciso establecer un cerco y controlar todos sus movimientos. Les advierto que ese cerco ya ha comenzado en Manchester. Usted, Churriguera, acudirá nuevamente a entrevistarle con la disculpa de la "entrevista rutinaria", pero le dejará caer la bomba que tiene preparada para observar su reacción.
"Qué morro! - pensó Churriguera - habla como si se le estuviese ocurriendo a él"
Agentes como Valdeminguilla, Cabruñana, Sanchidrián o Malagón no estaban presentes en esta reunión. El Super Jefe sabía de sobra que se hacían filtraciones a la prensa y, aunque no sospechaba de nadie, sospechaba de todos.
Tomó la palabra el inspector Molina:
- Con todos mis respetos, jefe, pienso que no nos debemos dejar llevar por la euforia. No tenemos absolutamente nada.
- Cómo dice?

( Continuará )




5 comentarios:

  1. ¡Muy buenas!
    He estado muy atareada y llego aquí con -creo- dos episodios de retraso, ainsss...
    Tranquilo, los he leído todos.
    Oiga, creo que en mi biblioteca debo estar en busca y captura... Es que al fijarme en el punto de libro donde consta la fecha de devolución, resulta que ya se ha pasado. Coñe, si estoy lejos de casa. ¿Cree usted como experto que me encarcelarán? ¿Tengo que aportar documentos probando que ahora no vivo en mi barrio? ¿Necesito el testimonio de la farmacéutica -que se forra a mi costa-, o bastará el de la cajera del súper? Estoy en un sin vivir en mí que parezco la agente Calvo con sus ligues de medio pelo, ¡uf!

    Pobre Conver. Otra Encarni aunque crea que es muy distinta a su hermana.

    Oiga, que me estoy oliendo el final... ¡Ja ja ja! Le he demostrado que los guiones no tienen secretos para mí, desde niña sabía cómo iba a terminar un episodio o peli en la tele.

    Tranquilo, además de ser una tápia, seré una tumba ;D

    Hasta mañana.

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  2. Pues mi experiencia negativa bibliotequeril es la siguiente: Me retrasé unos días en devolver un libro porque me habían hecho un garabato al escribir la fecha, que yo entendí que el día de devolución era otro, y me encontré con que me sancionaban a no sé cuantos días. Me sentó fatal. Total, que un día me telefonearon para decirme que ya había llegado una novela que había encargado, la última de Pérez Reverte sobre lo de Cadiz de "La Pepa", y como ya estaba barruntándome que me iba a ir de Murcia, les dije que se la metiesen por el culo. Obviamente colgué rápido para no oir la respuesta, je, je!
    Pues alabo su inteligencia para descubrir los finales, lo cual confirma mi calidad de escritor flojillo, nunca me he tenido por un talentazo, pero si consigo entretener un pelín y provocar alguna sonrisilla entre párrafo y párrafo, ya me doy por servido.
    Feliz jueves con El Jueves!... O sale otro día?

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  3. No se menosprecie, que con ello me menosprecia a mí y mi talento, ¡ja ja ja!
    Ya he dicho que esto lo descubro desde niña, desde siempre.
    Le cuento una anécdota más.

    Cenando en casa de mis tíos (debía tener ya unos 18 años), mírabamos una peli en la tele. No estaba subtitulada por aquel entonces, pero ni falta que me hacía.
    Era de terror, mis favoritas. Una secta satánica había secuestrado a un hombre joven y a una chica -que no tenían relación entre ellos más que un folleteo ocasional-.

    Abreviando, que iban a sacrificar al tío para dar vida al diablo. Ya lo tenían atado en la mesa de sacrificios y mi familia sufriendo entre bocado y bocado de macarrones a la boloñesa.
    Yo la mar de tranquila, dije que no, que el prota no se iba a morir. En eso que la chica, a pesar de sus declaraciones amoriles, acepta ser la sacerdotisa y le clava el puñal en el corazón.
    Coño, nunca olvidaré a mi tía girándose a mí y reprochándome lo que había dicho, como si fuera culpa mía, ¡juas juas!

    Me mantuve imperturbable y negué que fuera a morirse. Efectivamente, mutó y se alzó como el diablo. Era él. Había querido poner a prueba a la secta y a la zorra, nada de sacrificio de un inocente.

    Usted no es un escritor flojillo, Don Boni, se trata de que yo tengo facilidad para llegar a una conclusión obvia siguiendo un relato, una manera de pensar. Aunque sea la de sus personajes al afirmar usted que no los domina y hacen lo que quieren, je je je...

    Pues sí, El Jueves sale los miércoles y esta semana lo he conseguido al alejarme del barrio que ya sabe por otra calle. Allí hay de todo y conozco bien la zona. Lo que no sabía es que donde estoy estuviera ahí. Cosas de no poder salir mucho a explorar y de que mi hija sea más cerrada que una caja de caudales, ¡uf!

    Voy arriba.

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  4. Hola!
    Tiene razón, a mi me ocurre también con algunas novelas y películas. Hay desenlaces de una secuencia o de una historia que son previsibles o que las intuímos algunas personas que somos más "leídas" que otras. Pasa como con los chistes, estamos viendo el final aunque falte un ratillo para que terminen de contárnoslo. A ciertos personajes - más en las pelis que en las novelas - se les nota enseguida si van a morir pronto o no, si son malos que se están haciendo pasar por buenos, etc., y hay muchos estereotipos en el cine americano, como por ejemplo el del soldado en el frente de batalla que comenta en algunas secuencia el amor que les profesa a su mujer y a sus hijos y las ganas que tiene de volver a verlos, o los planes de futuro para cuando regrese. De ese personaje ya "nos están diciendo subliminalmente" que va a morir.
    Feliz Jueves de fin de semana! (Yo lo aprovecharé para terminar una novelita que me está enganchando y darme el empacho de inglés de todos los fines de semana)

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  5. Otra cosa no, pero nada como las casitas inglesas, nada que ver con los horribles bloques de pisos en los que nos hacen vivir a los españoles, por mor de las explotación inmobiliaria.

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