sábado, 1 de septiembre de 2012

Felisa la incorruptible.

Un asesino como los demás (113)

  Mientras le escuchaba, tras reponerse de la sorpresa por tal llamada, en su mente se proyectó la cara de aquel individuo maleducado, del cretino que no dudó en hacer pasar un mal rato a la escritora María Cristina Peñaranda q.e.p.d. Aquella pobre mujer, que era una mujer anciana, no tenía derecho a recibir tamaño varapalo de un policía sin ética, aunque se hubiese inventado que el delincuente la quería matar. A fin de cuentas era una mujer mayor, y la gente mayor acostumbra a deformar la realidad, como los niños. Pero el tal Flabio Oriñón era un monstruo de esos que piensan que todo vale con tal de ganar lectores o audiencia televisiva, una mierda de lectores y una mierda de audiencia televisiva!
Y ahora lo tenía ahí, al otro lado de la línea telefónica, insinuando muy empalagosamente que ella debía facilitarle información policial reservada. "Qué se habrá creído el muy sinvergüenza?!"
- En fin, señora... o señorita Calvo, me encantaría que usted...
- Agente Calvo si no le importa. - Le cortó con tono odioso.
"Vaya, empezamos bien!"
- Perdón, agente Calvo, digo que le estaría muy agradecido si usted me hablase de... del presunto asesino, en qué circunstancias lo vio, cómo es él, cualquier detalle que me ayudase a...
- Se puede saber quién le ha facilitado mi número de móvil?
"Pues sí, sí es un hueso duro de roer"
- Comprenda usted que no puedo revelarle mis fuentes, pero...
- Entonces hemos terminado, señor Oriñón, y olvídese de que existo.
- Un momento, no cuelgue! - Abandonó el tono blando y se lanzó a quemarropa - Agente Calvo, tengo unos cuantos amigos en el cuerpo de policía, y le aseguro que son mucho más amables que usted. Sabe porqué?, pues porque ellos son realistas, entienden que es necesaria la cooperación entre la prensa y...
- Vete a la mierda, capullo!
Y le colgó. A Flabio Oriñón, todo un luchador inasequible al desaliento, le dolió este rechazo brutal más que a Valdeminguilla el puñetazo. El no estaba acostumbrado a los desaires de subalternos o mindunguis. "Quién coño se cree que es esta cabrona?!" Pero, por otro lado, también empezó a sentir una cierta admiración por alguien que no se dejaba camelar tan facilmente, y el lado creativo de su mente le mostró una mujer explosiva tipo Chica Bond o Mata Hari, no en vano el peleón Oriñón era un reportero de raza, un buscador de noticias y emociones, una especie de Woodward and Berstein con licencia para husmear.



 

( "Mata Hari" de cine y "Chica Bond" de cine. Era Felisa Calvo también una glamourosa heroina? )

( Continuará )

4 comentarios:

  1. Que dura es la vida del periodista, se ha quedado sin exclusiva.

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  2. Espero que la agente Calvo denuncie esto al Super Jefe para que sepa que hay polis bocazas que se dedican a hablar de más.

    Je je je... la imagen que Oriñón se empieza a hacer del físico de la agente Calvo se le va a atragantar cuando la vea, ¡juas juas! ¡Qué divertido!

    Hasta el lunes, Don Boni, y no venga con resaca por el cumple... :D :D :D

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  3. No se preocupe, señor periodista, Don Oriñón tiene más contactos y se le dan muy bien las artimañas.

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  4. Pues no, no hay resaca porque no hubo alcohol, sólo fue una pacífica reunión familiar con las pequeñas criaturas por medio, y aprovechamos la ocasión para que mi hija me cortase el pelo, ahora tengo la cabeza casi conmo una bola de billar.
    Viva el lunes!

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