lunes, 30 de abril de 2012

Eschifluerlogfligsios.

- Si nace niña la pondremos Eutanasia y si nace niño Uxoricidio. Nos gustan mucho los nombres extranjeros.
- Qué significados tienen?
- Eutanasia significa en quechua "dulce pájaro de juventud ciclomotorizada" Los quechuas eran un pueblo que vivía en las montañas de Uzbekistán, al norte de san Becerril de los Estriurlícidos, y se dedicaban a la caza del búfalo alpino y del berberecho constrictor del Himalaya.
- Qué interesante!
- Uxoricidio quiere decir "tierna canción de cuna" o "nana salvaje" en mandarín clásico. Pero si nacen gemelos les pondremos Daoiz y Velarde, como los héroes de la guerra de los 100 años.
- Ya ha terminado esa guerra?
- No, todavía les faltan 145.000 muertos. Van muy despacio porque los torturan primero.
- Claro.


Sancha Boñíguez se despertó muy alterada el día de su puesta de largo. Había tenido unas pesadillas horribles. El reverendo padre Dominico Urgencio Castrado abrió su celda y ordenó severamente que le siguiese.
Llegaron a la cámara de torturas y entre varios siervos de Dios la encadenaron manos y piernas a la máquina de alargamiento.
"Estiraremos tu cuerpo unos cuantos centímetros hasta que se te rompan todos los huesos", dijo el Reverendo Padre Inquisidor Glorialdo de la Santísima Cruz, y añadió: "Bruja, más que bruja!"



Un asesino como los demás (Capítulo 19)

La vieja se resistió como una gata panza arriba. "Demonio de vieja, qué fuerza y qué mala hostia tiene!" Furiosa, clavó sus uñas en la cara del agresor y faltó poco para que le sacara los ojos. Don Angel Luis sangraba y sudaba a partes iguales. Pero finalmernte se hizo dueño de la situación, recuperó el cuchillo que se había caído al suelo, bajo la cama, y consiguió meterla la primera cuchillada. A partir de ahí todo fue coser y cantar. Esta vez se cebó con su víctima porque la rabia le dominaba. Hasta cincuenta y cuatro cuchilladas la metió, aunque en las treinta últimas ya estaba agotado y apenas eran pinchacillos. Quedó exausto. Ya no podía con su alma. Se apartó de la víctima cuando esta era ya un despojo sanguinolento, una piltrafa humana convertida en colador por el que manaban hilos de sangre como en un surtidor macabro. Más calmadamente y de varios tajos certeros, extrajo las visceras y las tiró al suelo.
Uf, necesitaba un respiro, pero sobre todo necesitaba una buena ducha. Pensó que ya no estaba para estos trotes. Siempre pensaba en lo mismo al terminar la faena, pero le afición le podía y no tardaba mucho en volver a las andadas. Aunque esta vez era para perder la moral, la vieja se había mostrado especialmente peleona.
Acudió al aseo a lavarse. Después vendría la parte más ingrata de su trabajo, la que le quitaba más tiempo: eliminar todos los posibles rastros, hacer un chequeo exaustivo del escenario y comprobar que no se dejaba nada olvidado. En el último instante se cambiaba alguna prenda para no salir a la calle con las ropas manchadas de sangre. (Siempre llevaba repuestos en un pequeña mochila) Esta vez el problema era la cara porque la tenía llena de arañazos.
Se miró al espejo y... Dios!, una oleada de terror invadió su cuerpo. Lo que vio era tan increible que...
(Continuará)

2 comentarios:

  1. Eran otros tiempos y la gente se divertia de otra manera.

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  2. Sí, las diversiones varían según los tiempos, sólo permanece la salvajada de la tauromaquia.
    Feliz martes!

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