sábado, 30 de junio de 2012

La policía visita a Don Angel Luis

Un asesino como los demás (60)

- Es usted Don Angel Luis Alegre Santaflauta?
- Sí, señores, qué se les ofrece?
- Policía.
Y ambos le mostraron en un gesto rápido sus placas policiales.
- Soy el inspector Churriguera y este es mi ayudante López.
El viejo madero Churriguera miraba directamente a los ojos al viejo morador de aquella casa. El neofito López miraba al Cristo de Dalí serigrafiado en la camiseta del jubilado, como si nunca hubiese visto una cosa parecida.
- Pues usted dirá, inspector Churrillera.
- Churriguera. Podemos pasar?... No le robaremos mucho tiempo.
- Sí, sí, por supuesto, pasen ustedes, por aquí...
Mientras se dirigían al salón, la mente del asesino trabajaba a destajo: "Si tuviesen alguna sospecha no se mostrarían tan respetuosos, o sí?... No tienen una orden judicial de registro y están relajadísimos. A ver por dónde salen"

     (Placa policial)


- Siéntense.
- No es necesrio, se trata sólo de hacerle tres o cuatro preguntas relacionadas con una investigación en curso. Es un mero trámite. Vive usted solo, señor Alegre?
- Sí. señor, no soy dependiente, me defiendo muy bien.
- Sale a pasear a menudo?
- Me gusta la calle, pero ultimamente no salgo mucho porque me duele la rodilla. Cuando me encuentro un poco bien voy a la iglesia, a la parroquia del Divino Pastor.
- Tiene usted familia?
- Sí, señor. Ya se me murió mucha gente, pero tengo una hija que vive aquí cerca y unos nietos.
- Señor Alegre... - y el viejo inspector carraspeó. El viejo asesino barruntó que se acercaba el momento crítico - le dice a usted algo el nombre de Ponciana Arteta?



   (Porciana Arteta, una de las dos asesinas de Rosa Villaconejos y víctima de la venganza más atroz del asesino en serie)

Se hizo el tonto con mucho arte, es decir, fingió perplejidad absoluta, y luego dijo:
- Pues no, señor, no me suena.
- Es una de las mujeres que asesinaron a su esposa.
El astuto Churriguera no perdía detalle del rostro de su oponente, buscando algún detalle revelador en la mirada que le delatase. Pero Don Angel Luis, en su calidad de sicópata perfecto, iba por delante del madero.
- Ah, caramba, pues me había olvidado de los nombres de esas individuas. Bueno, la verdad es que nunca tuve intención de conservar en la memoria tales nombres. Ya es muy doloroso lo que ocurrió, señores, y mi religiosidad me impide vivir con rencor. Pero porqué vienen ustedes a recordármelo?
- Suponemos que Ponciana Arteta es otra víctima del asesino de ancianas.
- Vaya por Dios!, y qué tengo yo que ver con todo esto?
- Aunque le ofenda la siguiente pregunta, tengo que hacérsela, señor. Se ha visto con Ponciana Arteta en los últimos meses?
- Oiga, por quién toma?!... - fingió sentirse muy herido en su sensibilidad cristiana - Soy un hombre católico y decente y no frecuento a criminales. Por qué iba a relacionarme yo con la asesina de mi difunta esposa?
- No ha sido mi ánimo ofenderle, señor Alegre. Ya hemos terminado, muchas gracias por su atención y disculpe las molestias.

Cuando se fueron, Don Angel Luis cabiló sobre la nueva situación en la que se encontraba. Desde luego, él no era "el sospechoso", era tan solo "un sospechoso" Con toda seguridad el tal Churriguera estaba visitando a otras pocas o muchas personas relacionadas con Ponciana Arteta, tratando de encontrar un hilo del que tirar en una investigación en la que andaban perdidos. No obstante, debía andarse con mucho tiento a partir de ahora.


   ("Cristo de Dali", presente en la camiseta de Don Angel Luis)


- Qué piensa de este sospechoso, inspector? - preguntó López a su jefe mientras entraban en el coche.
- Yo no lo consideraría un sospechoso, me ha dado muy buena impresión, pero debemos considerarlo como tal mientras no tengamos sospechas fundadas de alguien en concreto.
- Tampoco se le parece al del retrato-robot, verdad?
- Así es, pero no me extrañaría que tengamos que interrogarle más a fondo, a él y a otros varios. El comisario está intentando lo imposible por dar con el maldito asesino, la presión social es muy fuerte y... Pues eso, López, que nos toca trabajar a tope!
- Algún día cometerá un error, no?
- Esperemos..., aunque lo ideal sería que lo atrapásemos antes de que vuelva a atacar.
- Me ha gustado la camiseta esa del Cristo, inspector. De qué Cristo se trata?
- No lo sé, soy agnóstico.
Sonó el motor del viejo Seat Toledo como epílogo del breve diálogo e inicio de la marcha hacía la comisaria, en donde les esperaba el comisario.
(Continuará)

6 comentarios:

  1. Esperaba mas accion,jejeje, despues de aviso que has hecho en el Face

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  2. "Cambio de imagen". Me pongo yo el vestido de mora que uso en casa como bata elegante, pues está bordado y con piedrecitas brillamtes a pesar de ser comodísimo, me lío a la cabeza uno de mis incontables pañuelos de mi colección, y ni el troll tocacojones me reconoce, ¡juas!

    Desde luego, el psicópata puede engañar a la pasma pero no a su hija ni nieto, lo cual hace que su relato sea cada vez más interesante, Don Boni.

    Oiga, de momento no puedo hacerme con las últimas publicaciones que me recomendó por no estar en condiciones de salir. Pedi a mi hija que devolviera el último y me trajera un par para ir tirando, pero fue desde la cama y no podía pedirle gran cosa a la chica, que iba a la farmacia después de haber cargado conmigo mañana y tarde a los médicos. Y sin haber dormido todavía, que trabaja de noche en Correos y vino directa por la mañana. Es un sol.
    Pero lo tengo anotado.

    Que tenga buena semana y siga deleitándonos.

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  3. Usted cree que la policía es tan tonta como parece o en realidad es solo un camuflaje.

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  4. Habrá más acción, señor periodista, pero todo en su justa medida y a su debido tiempo, no olvide que esto sólo está empezando. Abrazos!

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  5. Gracias por su opinión sobre el interés del relato, Doña Leona. Desde luego, un troll nos puede fastidiar por Internet, pero en la calle es más fácil pasar desapercibidos. Una idea publicitaria: "Localice a su troll y péguele un par de hostias en la calle!"
    Pues tengo unas cuantas recomendaciones que hacerle y todas de muy buenas novelas, una selección que he hecho de las que me dejaron un buen sabor de boca hace años. Se las voy a pasar por el correo electrónico. Más una que no he leído pero de la que sí he leído una buena crítica.
    Va rapida esa recuperación?... Le deseo lo mejor!

    Feliz hoy, mañana y todos los que vengan!

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  6. Hola, amiga idominguez62!
    La policía es más tonta o más lista, más cruel o más permisiva dependiendo de sus circunstancias reales o del estilo de relato que se esté escribiendo. En el caso que nos ocupa es una policía que oscila entre el realismo y el absurdo, a veces inteligente y a veces bufonesca, todo en beneficio de la prolongación de la trama. Mis personajes están influídos por mis maestros en literatura de humor: John Kennedy Toole, Eduardo de Mendoza, Muñoz Seca, Jardiel Poncela... sin que les llegue a ninguno de ellos a la altura del tobillo, pero me divierto!
    Buen día!

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