martes, 17 de abril de 2012

Dumbo y Mary Poppins

Dibujos de Dumbo

Dumbo está triste. Sí, Dumbo, el elefantito que vuela con sus grandes orejotas. Dumbo está triste y perplejo porque se ha enterado de que anda por ahí un rey malvado matando elefantes.
Dumbo no lo puede entender, y es que a él le han enseñado desde siempre a amar a los príncipes, princesas, reyes, reinas, hadas, gnomos... a todos sus amiguitos maravillosos del mundo de la fantasía.

Mary Poppins : photo Julie Andrews, Robert Stevenson  La mamá de Mary Poppins murió en 1.996 a los 97 añitos, y ahora se va a hacer una serie sobre su vida. Se llamaba Helen Lindon Goff y su seudónimo literario era P.L. Travers. Dio a luz a Mary Poppins y la ayudó a crecer durante ocho novelas de arrollador éxito en Inglaterra. Hasta que llegó el malvado Walt Disney y echó sus garras sobre la dulce institutriz. Aquella película no reflejaba para nada la vida azarosa de Doña Helen, ya que su personaje era autobiográfico. (Exceptuando lo de volar con un paraguas, por supuesto)
Y el cabreo de Mamá Poppins fue tan grande que le negó a Don Disney los derechos para rodar la segunda parte, y el padre del ratón Mickey no pudo ganar otro porrón de millones.

Dumbo y Mary Poppins, orejotas y paraguas, sonrisas entre nubes azucaradas y cielos de aszul impoluto. Criaturas soñadas para hacernos soñar sentados em la butaca de un cine. Criaturas inventadas por seres tristes de carne y hueso.



Un asesino como los demás (7)

Doña Purita vivía en un piso de renta antigua. A sus 77 otoños cada vez le suponía más sacrificio ascender los cuatro pisos de escaleras de madera que llevaban a su vetusta vivienda. Cuando se construyó aquella casa no existía un invento llamado ascensor, que ahora le hubiese resultado muy práctico. Y cargada con el carrito de la compra el sacrificio era mayor, pues el carrito rodaba por la calle pero suponía un lastre muy pesado para "escalar" hasta el cuarto derecha. Sin embargo, aquel día se sentía pletórica, un amable caballero se había prestado a ayudarla cargando con el carrito. "Oh, qué emocionante, un hombre como los de antes, caballeroso, educado, servicial!..."
Don Angel Luis ya saboreaba su siguiente victoria. Aquella vieja relamida moriría despedazada después de entrar en la vivienda. La machacaría a golpes con algún objeto contundente que hubiese en el domicilio. O a lo mejor la acuchillaba... Se lo estaba pensando.
(Continuará)

4 comentarios:

  1. Joder, de lo que te enteras. No tenía idea de la institutriz real de Mary Poppins.
    En todas las épocas han habido mangantes, pero saberlo de algunos te deja a cuadros.

    El dulce Dumbo se tomará cumplida venganza del malvado rey sin siquiera mover una oreja. Se joda.

    Coño, espero que Doña Purita pueda tirarse un pedo que haga huír al malvado asesino.

    A mi difunta madre le clavé una bronca de campeonato por esto. Aceptó a un tipo que le llevó la compra desde el súper hasta su casa y cuando me lo contó no salía de mi asombro.

    Vale, que no fue una bronca, sino intentando hacerle ver el riesgo al que se había expuesto.
    Encima ella tenía ascensor.

    Después de esto me dediqué a ella diariamente al salir del trabajo. Un palo gordo, pero ya vi que mi madre no "tocaba" mucho.

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  2. Hello, Aseret!
    Así es, Walt Disney era un malvado redomado y con mucha mala leche, que tenía a sus empleados en regimen casi de esclavitud.
    Pues sí, Doña Purita se ha salvado, pero no por méritos propios. La anécdota que me cuenta de su madre no es de extrañar, llegamos a ciertas edades en la que nos convertimos tanto en pasotas como en crédulos, ahí tiene usted el ejemplo de la cantidad de ancianitas que caen en los timos de la estampita, el tocomocho y otros.
    Buen día!

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