(Fiestas de moros y cristianos que recuerdan las grandes salvajadas de otros tiempos. Como ahora pero con armamento menos sofisticado)"El mundo islámico tuvo una época de esplendor entre los siglos VIII y XII, durante los cuales fue bastante más rico, refinado, tolerante y avanzado que la Europa de su tiempo. La diferencia se puso de relieve durante las Cruzadas, un choque violento unilateralmente provocado por los cristianos, que dieron muestras de mayor fanatismo y brutalidad que los muslimes.
En 1.097 los cruzados conquistaron la ciudad de Maarat. A pesar de haber prometido respetar la vida de sus habitantes, se lanzaron a una orgía de sangre, pasando a cuchillo a toda la población. En su furia desatada, incluso llegaron al canibalismo, comiéndose a muslimes adultos cocidos y a niños empalados y asados a la parrilla, según confirman tanto las fuentes musulmanas como las cristianas. Cuando dos años más tarde los cruzados cristianos consiguieron conquistar Jerusalén, lo primero que hicieron fue lanzarse al pillaje y organizar una impresionante carnicería, degollando a casi todos sus habitantes. El cronista Raimundo de Aguilers, que estaba presente, describe así la situación: "Por las calles y plazas se veían montones de cabezas, manos y pies cortados. En el Templo y en el Pórtico de Salomón, los nuestros cabalgaban en la sangre de los sarracenos, que les llegaba hasta las rodillas. Justo y admirable juicio de Dios, que quiso que este lugar recibiese la sangre de aquellos mismos que durante tanto tiempo la habían manchado con sus blasfemias"
(El titular de ahí arriba es mio, pero el texto pertenece a Jesús Mosterín, filósofo y autor de "El Islam, historia del pensamiento")
Un asesino como los demás (Culebrón blogueril, capítulo 3)
"Sé que se me considera un hijo de puta, que la sociedad me odia intensamente, pero qué quieren que haga yo si a mi me encanta matar y la policía no me para?!" - Se lo decía al espejo mientras se afeitaba con la maquinilla desechable, procurando no hacerse cortes - "Pues sigo con lo mio, dejándome llevar por este instinto criminal que tantas satisfacciones me procura. Matar es una gozada infinita, es superior a todo!... Crear y matar son las dos acciones más sublimes que existen. Y, además, a quién odian y a quién llaman hijo de puta?... A mí no porque no saben quién soy. No me doy por aludido.
(Continuará)
Las tornas cambian, ahora son los muslines los que matan cristianos a mansalva, en Nigeria, en Egipto, en Pakistan y en todas partes. Deben ser la reencarnacion de aquellos de Maarat y Jerusalem
ResponderEliminarPues sí, se han cambiado los papeles, aunque en Occidente hay intentos de emularles, el neonazismo y el fascismo tratan de abrirse paso.
ResponderEliminarLo cierto es que hoy en día escuchas a la gente seguir diciendo eso de putos moros, o estos islámicos están locos y son todos unos enfermos y unos salvajes. Y es cierto, la religión y los fanatismos han hecho de ellos un pueblo salvaje y cruel lleno de odio. Lo que nadie entiende es que el odio no es gratuito ni sale de la nada. El odio se siembra, pero claro, cuesta mucho leer libros de historia y documentarse para poder entender el porqué de todo lo que ocurre hoy en día. Los católicos han sido siempre unos salvajes, y los cruzados unos energúmenos. Hoy la violencia la ejercen de otras formas.
ResponderEliminarHe de decir, que a mi a veces me han dado ganas de matar también, y además me he recreado pensando en como hacerlo sin que me temblase el pulso, jaajaja. Hay gente que se merece que le rebanen el pescuezo. Rebanarle el gaznate a Aznar y a su querida esposa sería un acto sublime de bondad y de justicia para con la humanidad. Besos¡¡¡
Controle esos impulsos, Doña Salus!...
ResponderEliminarAsí es, el mundo islámico se ha quedado atascado en la noche de los tiempos. Mientras para Occidente la religión es un aspecto más de su cultura, para ellos es el todo.
Besos!
Amigo mío, para ellos es el todo porque creo que no les dejaron mucho más. Cuando la gente se ve acorralada es fácilmente manejable y manipulable y se agarran a un clavo ardiendo. Quitales la posibilidad de desarrollarse y de adquirir conocimiento y tendrás dignos seguidores de cualquier religión hasta la muerte.
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