viernes, 20 de abril de 2012

Continúa el Gran Culebrón, tachán, tachán!

Un asesino como los demás (Capítulo 10)

Se llamaba Ubaldo García del Nogal y era un hombre triste, un hombrecillo al que todo le había ido mal en la vida... hasta hace muy poco. Insospechadamente, a sus 70 abriles, la vida le sonreía por vez primera. Un par de golpes de suerte, un par de aciertos espectaculares le convirtieron de la noche a la mañana en el vidente de moda.
Ya no era Ubaldo el fracasado, el pelanas, el don nadie..., ahora se le conocía por el rimbombante nombre de "Profesor Merlíng" (así, con la tilde en la i) Y una cadena de televisión basuril le contrató para que adivinase el futuro de los teleespectadores (previa llamada a un teléfono caro) El espacio se llamaba "Ring!, ring, aquí Merlíng!" (Su primer gran acierto de los dos que le llevaron a la fama fue que Bin Laden murió tiroteado por los americanos, y el segundo que Shakira se iba a enamorar de un futbolista del Barça)
Y estos días saboreaba otro éxito apoteósico, había dicho ante su audiencia de admiradores que alguien de la familia real se iba a pegar un tiro en el pie, y que otro alguien de la misma familia se vería envuelto en un problema relacionado con elefantes)
Saboreaba el éxito, el más risueño de los éxitos: la amiración de la plebe, pero una incertidumbre invadió su paragnóstica mente; se sintió desconcertado por una llamada que había recibido en su móvil privado: Un antiguo compañero de colegio, alguien al que había olvidado completamente y que ahora resultaba ser nada menos que el Jefe Superior de Policía, le pedía que le recibiese en privado, "en privadísimo" (insistió el jefazo policial) "top-secret absoluto"!...
Qué podía querer de él el gran mandamás de los policías... y por qué tanto misterio?



Un anuncio de otra época

(Publicado en el New York Daily el 6 de Abril de 1.802)

Se hace saber que Meg Mather, legítima esposa de quien suscribe, se ha fugado de su esposo en compañía de un francés conocido como André Seville, llevando consigo al pequeño hijo de quien suscribe, una esclava negra francesa llamada Marie y un reloj de mesa. Se pagará una recompensa por la devolución del niño, la esclava y el reloj, pero el esposo, ante conducta tan desvergonzada y pecaminosa, se alegra de verse libre de la perdida, por lo que no pagará recompensa por ella ni le permitirá el ingreso en su casa. Por lo tanto, advierte a todos que no pagará ninguna deuda que haya podido contraer. Jonah Mather, carnicero de Boston Road.

4 comentarios:

  1. Ahí la pillen, la señora debe de andar ya por el Niagara.

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  2. No lo crea, era muy difícil avanzar por tierras hostiles en aquella época, abundaban los negreros y los cazadores de recompensas. En dónde estarán ya los huesos de toda aquella gente!... Fíjese, 1812, faltaban 76 años para que naciese mi abuela materna, que nació en 1.888.

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  3. Oiga el relato tiene fin el del vidente?
    Me hizo gracia el anuncio del cornudo si señor, no lo sabremos pero ojalá le saliera bien su escapada menudo marido solo viendo el anuncio me lo puedo imaginar.

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  4. Hello, Doña Anma!!
    No le entiendo la pregunta, se refiere si muere el vidente?... Pues no lo sé, los personajes me van llevando, yo me dejo guiar por ellos. No es broma, no tengo ni idea de lo que va a pasar, hice de una tacada los siete primeros capítulos y luego di otro tirón hasta el 17, y las cosas me vienen sobre la marcha, no hay nada estructurado.
    Besotes!

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