sábado, 18 de agosto de 2012

Así estaba el Mundo.

Un asesino como los demás. (102)

Terminaron ya los Olimpics Games. Balance para España: Ridícula exhibición en chandal de tienda china y grandes éxitos de las deportistas españolas.
Se anunciaba una huelga en la Liga de Fútbol Profesional que era desconvocada en las fechas previas. Y un año más la afición estaba pendiente del gran duelo Messi-Cristiano.


      ( Dos modernos ídolos de multitudes para una liga futbolera de resonancia mudial. Visca el Barça!!)

España ardía por el fuego y por la indignación de la gente, osea, por los cuatro costados. Los parados se salvaban "milagrosamente" de perder sus 400 euros para la subsistencia. El Gran Chorizo Iñaki Urdangarín hacía todo lo posible por salvar el tipo. El Rey se lanzaba en plancha contra el suelo y se planchaba la nariz. Un menor moría en un encierro. Un joven marginal era apuñalado. Se paseaba a la Virgen en procesión por toda España. Enmierdaban Televisión Española. La Iglesia se aliaba con un ministro para reavivar su ancestral cruzada contra las mujeres...

Casi nada en comparación con las terribles circunstancias que sufría un país llamado Siria. Diplomacia y política internacional habían fracasado estrepitosamente y un tirano como Franco, aunque no panzudo, paticorto y de aflautada voz, tenía via libre para masacrar a su pueblo, y su pueblo necesitaba misiles antiaéreos como se necesita el oxígeno para respirar, tanto como Obama necesitaba los millones de dolares suficientes para frenar el ascenso de su rival Mitt Romney. Artístas carismáticos como Clint Eastwood apoyaban ahora al candidato republicano. La política americana es así de sucia.
Fidel Castro y Hugo Chávez se iban muriendo sin prisas.

  ( Harry el Sucio y el Ejercito Sirio )


Qué hacían en estos momentos nuestros personajes?

Don Angel Luis había regresado del Camino de Santiago y se dedicaba de nuevo a pasear a sus nietecitos, si bien notó que Manolín empezaba a avergonzarse de ir de la mano de su abuelo. El niño se iba acercando a la adolescencia..
A Don Angel Luis le contrariaba un poquito que su vigésimo asesinato no fuese contabilizado, pero, de haberlo sido, quizá le hubiesen pillado. Mejor así. Arriesgó demasiado esta vez.

Al obispo le costó Dios y ayuda convencer al jefe de policía de que el padre Angulo no era responsable de aquel vergonzoso acto de exhibicionismo. El asunto se zanjó encerrando en los calabozos durante una noche a varios de los ultras-sur. (Dos testigos de lo ocurrido declararon a favor del anciano sacerdote) Sor Auxiliadora no tuvo más remedio que comprarle otro chandal a su sobrino Oriol.

Por si fuera poco, Lopategui Serranillos tuvo que poner paz en la airada controversia entre Doña Purificación y la agente Calvo. La anciana acusaba a la agente de pedorra y comilona, y la agente decía que la anciana era una loca mentirosa. El Jefe optó por reemplazar a la agente Calvo por el agente Guarromán.
    ( Agente Calvo y Padre Angulo, dos destacados personajes de este novelón. Sus peripecias seguirán asombrando a los lectores )

Los funerales por la escritora María Cristina Peñaranda se celebraron en la más estricta intimidad, tal y como ella había dejado dispuesto en su testamento. Ansiaba la popularidad en vida pero no quería fiestorros estando en un ataud.
Fulgencio Santoña, "El Ful" (escondido en casa de unos colegas del maco en el pueblo murciano de Puente Tocinos) se alegró de la muerte de aquella vieja mentirosa, una víbora que le acusaba de intento de asesinato. Y se puso muy contento cuando le contaron que un periodista famoso, un tal Flabio Oriñón le había cantado las cuarenta a la vieja indecente.
El Ful echaba muchísimo de menos a sus queridísimos colegas Merlíng y Rompetechos. "Qué será de estos cabronazos, je, je!" Les había cogido cariño y le alegraba el alma que siguiesen en libertad como él. No le había llegado ninguna noticia de sus detenciones. En la cárcel, como en el Camino de Santiago, se hacen muchas amistades.

Un ser peripatético se consumía en los retretes de la comisaría de policía, un hombrecillo castigado por sus muchas torpezas, tan débil como idealista, tan patoso como soñador de gestas heróicas.
Cubo y fregona en ristre, Victorio Valdeminguilla aguardaba el momento en el que le levantasen el ignominioso castigo para poder lanzarse a la búsqueda del asesino. El infausto Valdeminguilla quería dedicar su gesta gloriosa a la dulcinea de sus sueños, Doña Leona Catalana.

5 comentarios:

  1. Realidad y ficción se mezclan en este épico culebrón

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  2. ¿El agente Guarromán? Coño con Lopategui, tiene un ojo...

    ¡Por Thor y Odin! Dígale al agente Valdeminguilla que me he muerto, que me ha atropellado una vieja con el carrito de la compra, o que se me ha comido el caimán con bigotes y rabo que le cuido a mi hija durante sus vacaciones. Lo que se le ocurra.
    No tengo bastante con los trolls habituales que sólo me faltaba un rendido admirador bebiendo los vientos por mí, ¡uf!

    Pero no sea duro con él, sigo convencida de que hará algo gordo. (Bueno, de lo que no estoy segura es si bueno o malo, ¡juas!)

    ¡Hasta el lunes!

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  3. Sí, señora, Valdeminguilla es un predestinado, nos sorprenderá gratamente algún día. Tomo nota, le diré que se ocupe de su trabajo como personaje y no moleste a ningún lector. De todas formas, discúlpele, Valdeminguilla es así.
    Feliz semana!... Aquí oscura y lloviznate.

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  4. Las alusiones a la realidad le dan a la historia un aire de proximidad, señor director, es como en la novela histórica, se mezclan los hechos reales con lo imaginado por el autor.
    Feliz semanita tenga usted!

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