lunes, 11 de junio de 2012

Todos son unos monstruos.

Un asesino como los demás (43)
   Volvieron a encontrarse a las dos de la tarde en otra cafetería. Nelson Cristiano no quería hacerse ver mucho, pero Ubaldo-Merling era todo un narcisista que gozaba siendo el blanco de las miradas morbosas de la gente más morbosa y de los halagos de los supersticiosos, santurrones y demás chiflados por la fe y las fantasías ilimitadas.
Por la mañana tuvieron que suspender la constructiva y enfrascadora conversación sobre fenomenología esotérica y ovnis porque Merlíng tenía que grabar algunas partes de su programa televisivo. El interés del colombiano por contratar un servicio ( ! ) del eminente pitoniso y por ende reparador de daños maléficos, motivó este segundo encuentro entre los dos farsantes.
- Verá usted, mi querido profesor, se trata de una "limpieza espiritual" resulta que he heredado algunas propiedades de una tía abuela rica, una señora que ha fallecido recientemente en España, que Dios tenga en su Gloria. Amén.
- Amén.
- Pero una de las propiedades heredadas, concretamente una linda casita en un pinar del extrarradio, está dominada por las malas energías. Dicen que lo habitan espíritus negativos. Y eso es lo que vengo a pedirle, que me acompañe a la casita y haga los conjuros pertinentes para librarnos de esos entes...
- Ya, almas en pena.
- Eso mismo.
Pero algo no cuadraba. Hasta ese momento Merlíng no había sospechado del extranjero. Sin embargo, el sujeto acababa de hacer una exposición de su problema en la que no se traslucía ningún temor hacia los hipotéticos entes negativos. Más bien le había soltado todo el rollo de carrerilla y con una sonrisa añadida, como lo haría un vendedor de aspiradoras a domicilio. Además, había alguna peculiaridad en el individuo que le recordaba a algo o a alguien. "Joder, qué es lo que me recuerda este tío?"
Decidió estar muy alerta.



  (Espíritus malignos acechando por los rincones, aunque el astuto Profesor Merlíng empezaba a sospechar de que había gato encerrado en esta historia. No obstante, si observamos bien la imagen, bien podría tratarse de un fumador convulsivo)




Don Angel Luis

- Lo siento, Encarni, mañana no puedo ocuparme de los niños, tengo revisión en el urólogo. Ya lo sabes, la maldita próstata.
- Vale, papá, no te preocupes. Estás bien?
- Sí, hija, sí.
- Recuerda que dentro de poco va a ser el cabo de año de mamá. Tenemos que ir al cementerio a llevarle flores y a rezar.
- Sin duda, hija mia, sin duda.
- Besitos!
Pues vaya, ultimamente se le estaba dando muy buen juego el rollo de la próstata. Le había servido con el policía tonto y ahora con su hija.
Pero mañana era el gran día, su gran día como asesino justiciero, tenía una cita inexcusable con la mujer más malvada del mundo. No se iba a conformar con acuchillarla despiadadamente como a las otras. La torturaría primero, despacio, muy despacio...

10 comentarios:

  1. Creo que no me ha visto en el episodio 41, donde le digo que he decidido usar mi identidad normal a menos que vuelva la psicópata tarraconensis que, por cierto, ya se ha cargado a un señor mayor que se decía amigo mío pero ha desaparecido del mapa al recibir la visita de la rata infectada de rabía.

    Inquietante. ¿A quien o qué le recuerda el asesino al atontolinao vidente? Francamente interesante.

    Oiga, que la última foto es mía, que lo sepa. Bueno, se lo dejo pasar porque somos amigos :D :D :D

    ResponderEliminar
  2. Je, je!... No creo que la última foto sea la suya, usted me parece que comentó que fuma poco.
    Madre mía, qué amistades internáuticas más selectas!
    Que la semanita le sea propicia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que fumo poco. Apenas tres paquetes diarios, je je je...

      Bueno, esto se me va a cortar de raíz dentro de poco. Causas mayores, ajenas a mi voluntad :(
      Y la verdad, no me hace ninguna gracia. Sería mejor palmarla sin más porque no me veo "viviendo" aburrida.
      ¿Sabe usted que puedo pasar bebiendo agua del grifo pero fumando? Sin embargo, me es imposible tomar una copa sin fumar.
      Conque ahí tenemos el coño del recoño. Me voy a aburrir como una ostra porque la tercera opción del chiste no existe al ser yo muy mirada en estas cosas y no aceptar a cualquiera por "jugar".

      Buen fin de semana.

      Eliminar
  3. Dejé el tabaco hace once años y le aseguro que se puede vivir perfectamente sin él, y no sigo porque no quiero ser dogmático, cada uno hace con su cuerpo lo que le place. (Yo también decía eso de que no entiendo beberme un carajillo sin fumar, pero ya verá como no es así)
    Me voy de este ciber, pero dentro de cosa de una hora estaré en el ciber de la biblioteca del cole, por si anda usted por ahí.
    Salud... sin fumar, je, je!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se lo niego, no, pero como ya le he dicho, una copa no me sabe nada si no puedo fumar, así que se van a ir al carajo dos cosas de golpe y plumazo.

      Ganar en salud a mi edad no me compensa de perder los únicos placeres que tengo y no lo haría si no fuera porque tengo abierto un frente muy importante: mucho dinero en juego que espero puedan disfrutar mis hijos. Por ellos lo hago, que a mí me importa poco, pero es un dinero al que tengo derecho y de ningún modo quiero que se pierda en manos de una sinvergüenza cabrona que lleva los mismos apellidos que yo.

      Dejaré de fumar dentro de un mes o dos, según directrices, aunque no de la Eurozona, ¡juas!

      Eliminar
    2. Ya verá como no. La copa seguirá sabiéndole igual. Echará de menos el "ritual", copa y cigarro, pero durante un tiempo limitado. En mi caso el "mono físico" duró veinte días o así, y el "mono sicológico", ese que dicen que dura toda la vida, no lo he tenido.
      Le cuento, en ese tiempo estaba escribiendo una novela, (un tochazo muy gordo que terminé autoeditándomelo como las demás porque los editores no me ajuntan, je, je) y cada dos por tres tenía que apartarme de la máquina de escribir (aún no escribía en ordenador)para hacer un poco de ejercicio, comerme una naranja, etc. De pronto un día me sorprendo a mi mismo: "Hostias, llevo tres horas escribiendo y no me he levantado!" Ese día se había terminado el mono y logicamente mi atadura al tabaco. Y le juro que era tan adicto como usted o más, de casi tres cajetillas de cigarrillos había pasado a dos cajas de puros pequeños. Y le juro por lo que quiera que en el Camino de Santiago subí tramos del monte Cebreiro y del Monte Do Gozo fumando sendos puros.
      Todo es suceptible de cambiar en esta vida, hasta la propia vida que se cambia por la muerte, je, je!
      (Hoy me está cundiendo la clase de inglés con ordenador. He terminado pronto el ejercicio que nos han puesto y por eso me puedo enrollar aquí)
      Salud sin humo!

      Eliminar
    3. Menudo tute nos estamos pegando hoy, ¡juas!
      Bueno, yo ya me voy al sobre, que estoy hecha polvo fosfatado, pero aprovecho para responderle.

      No creo que vuelva a tomar copas por lo que le he dicho, que sin fumar no me apetecen y resulta evidente que si empiezo no haciéndolo, pues así será.
      Ya me he mentalizado que si agua con gas, zumo de naranja, té frío (Nestea), Aquarius... En fin, esas mariconadas, ¡juas!
      Conste que son bebidas que me gustan, pero claro...

      ¿El Camino de Santiago fumando puros? ¡Aivalaostia! Cómo se entere alguien que no deba... ;D

      ¡Salud con el último humo que me queda!

      Eliminar
    4. Se va a quitar usted los malos humos, je, je!

      Eliminar
  4. Es natural que sospeche, no en vano es adivino

    ResponderEliminar