jueves, 14 de junio de 2012

Quién de los dos va a morir?... Jo, qué emoción!

Un asesino como los demás (46)

Oyó un ruído leve de pasos. Intentó oirlo mejor pero el corazón le bombeaba con tanta fuerza que le fue imposible. Sí, el asesino se estaba acercando a él, lo presentía!... Volvió a escucharlo y esta vez más cerca. Sus ojos capturaron alguna forma entre la oscuridad. La amenaza era real, escalofriante, no asistía a una proyección de cine, aquello era verídico!... La oscuridad total empezaba a transformarse en una cámara negra de formas espectrales. Vio un bulto en movimiento a cosa de dos metros. El bulto tropezó contra la mesa...
"Ahora!..." Apuntó y... "BANG!" Oyó un quejido lastimero y el impacto de un cuerpo desplomándose.
Después silencio, mucho silencio... ese tipo de silencio que dura segundos en el tiempo y siglos en el espíritu de una persona aterrada. "Y si se está haciendo el muerto?... Y si se está arrastrando y me va a matar ahora mismo?..." El dedo, que no se había despegado del gatillo, volvió a flexionarse para dar libertad al segundo proyectil. "BANG!"
Más silencio, otros dos segundos de angustia. Silencio de miedo y muerte. Y ya puestos... "BANG!" Tercer aviso. Aquellos segundos se le hicieron más terribles que los anteriores. "Creo que si estuviese vivo, ya habría intentado mover ficha"
Empezó a incorporarse muy despacito. Le vino a la mente una escena sobrecogedora de una corrida de toros que vio de niño, cuando el toro exangüe se levantó y corneó gravemente al puntillero.
Alcanzó la posición vertical a cámara lenta. Vislumbró un ventanuco a su derecha y decidió acercarse. Movió los postigos hasta que la luz del exterior puso formas y colores en el habitáculo. También puso la forma de un cadáver y el color carmín de un charco de sangre enorme. Todas las balas le habían acertado. Y junto al cadáver vio una navaja impresionante, la inicialmente destinada a enviar su espíritu al Más Allá.

  "Jesús, José y María, no me lo puedo creer!... Yo, un hombre de bien, he terminado con la vida de un peligroso asesino!... Los buenos espíritus me han protegido, no hay otra explicación"
Pero no se hallaba del todo sereno, como si el cadáver del malo, en vez de tranquilizarle, le acojonase más.
Observó unos instantes el bronceado perfil de su enemigo. "Y pensar que le había incluído en mis fantasías sexuales y tenía pensado lanzarle los tejos después de la limpieza espiritual. Qué pena!"
Pensó en el Conde Drácula alzándose como un resorte de su féretro y salió pitando de la casa. Hizo los primeros cien metros de carretera corriendo a toda mecha, como si pudiese librarse de todo lo funesto anterior con el sano ejercicio del jogging.
Se detuvo porque el vientre le pedía un vaciado de urgencia. La verdad es que estaba cagado de miedo desde unos minutos antes de entrar en la casa. Y aún no le entraba por la cabeza que él hubiese matado a aquel hombre; que él hubiese sido más listo que aquel sicario. Bueno, sí, la intercesión de los espíritus positivos.

(Continuará)

6 comentarios:

  1. ¡Jo!, vaya "profesional"...
    No sé, pero no me lo acabo de creer, que yo le conozco a usted, Don Boni, y esto es demasiado fácil para lo que suele usar.
    A no ser que lo utilice para enrevesarlo más, que en esto es un genio, ¡juas!

    Salud a manta y hasta mañana.

    PD. ya estoy al día en todos los capítulos de ahí abajo.

    ResponderEliminar
  2. Hola!
    El pistolero no suponía que el pardillo pudiese estar armado, tenga en cuenta que se trataba de un "hombre espiritual". Vuelvo al ejemplo recurrente: No me imagino a Rappel o a Octavio Acebes armados.
    No soy ningún genio, sólo un mediocre urdidor de tramas absurdas. Creo que si esto fuese en serio, es decir una novela policiaca realista, me costaría muchísimo o no acertaría hacerlo. Tener una vena humorística es importante pero también un escudo que te proteje de los fallos. Es más fácil que los personajes hagan burradas, sin que nadie te lo reproche, en un contexto humorístico.
    También he respondido a sus comentarios por ahí abajo. Voy ahora a ver qué pasa con el debate.
    Feliz viernes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Je je je... Yo también soy "espiritual" para algunos, pero en cierta ocasión, alguien se me lanzó encima físicamente y... me defendi a mordiscos.
      Como suele ocurrir, yo al calabozo por defenderme y el otro impoluto al no haber permitido yo de buenas a primeras que me dejase marcas.
      La justicia siempre espera a que te maten para hacer algo, o sea, salir en la foto.

      No se haga de menos, Don Boni, que aunque su relato esté claro que sea humorístico, tiene mucho mérito, precisamente, porque es más difícil el humor que la seriedad.

      Eliminar
    2. Hondamente agradecido por sus palabras!

      Eliminar
  3. También los adivinos fallan, Don Jesús!... Je, je, je!

    ResponderEliminar