Libro: Conjunto de hojas de papel impresas y encuadernadas.

Los listos opinaron que el cine terminaría con el teatro. No fue así. Los cerebritos sentenciaron que la televisión iba a suponer la defunción del cine. No fue así. Los enterados elucubran que el libro electrónico va a borrar del mapa al libro de papel. No va a ser así. Por qué?... Por dos razones básicas, porque estamos en contra los lectores de libros y porque están en contra los que no leen libros.
Los amantes de los libros necesitamos tocar, oler y posar los ojos en el negro sobre blanco impreso, y no en "pastillas" o "tabletas" Los que no leen libros quieren seguir comprando libros para hacer una bonita biblioteca y presumir de cultos ante las amistades, y para regalar en San Jordi o en cumpleaños y primeras comuniones. Qué van a hacer ellos con una pastilla o tableta que sólo sirve para leer?... porque la verdad es que tampoco adorna mucho.
Los defensores de esta "novedad" (que tampoco lo es tanto porque ya lleva unos añitos en el mercado) sostienen que en una tableta de esas se pueden almacenar un montón de libros. Vale, no dudo de su practicidad, pero seguro que muchos de los que piensan que el metro es el transporte más práctico y económico en una gran ciudad, siguen utilizando su cochecito. Por qué?, pues porque lo consideran más personal que el metro.
Sopotocientas novelas dentro de una tableta?... Y para qué quiere usted un harem si no se le sube lo que tiene entre las piernas?



Un asesino como los demás (28)

Le dolía el hombro por el planchazo, pero le dolía más que aquella vieja asquerosa se revolviese tan campanudamente contra él, osando lanzarle una plancha como si se tratase de una pelea matrimonial.
Abrió la puerta de la habitación pero no vio nada. Reinaba la oscuridad. Buscó a tientas hasta que dio con el interruptor de la luz. Lo que vio a continuación tenía un aire de esperpento valleinclanesco: la vieja, arrodillada en el suelo, le miraba tras sus gafas de culo de vaso apuntándole con una pistola.
"Vas a morir, fascista de mierda!"... "Gora Euskadi Askatuta!"
Bang!, Bang!... Sonaron dos disparos, pero ninguno de ellos alcanzó a Don Angel Luis. Uno impactó en la pared del pasillo y otro en un jarrón con flores. La vieja veía menos que Pepe Leches y le temblaban las manos, pero no por miedo, sino por el parkinson.
Don Angel Luis retrocedió dos pasos en un intento de huir por el pasillo.
Bang!... El tercer disparo alcanzó un cuadro que colgaba de la pared de la habitación, a muy pocos centímetros de la oreja izquierda de Don Angel Luis. "Su puta madre, por poco me da!..." El proyectil se había incrustado en un ojo de Sabino Arana, el hombre del cuadro.
Crick!, Crick!... Aquel ruidito le resultó familiar a nuestro héroe, lo había escuchado muchas veces en las películas. A la vieja ex terrorista se le había encasquillado el arma.
Zigs!... Zags!... Zigs!... El cuchillo entraba y salía del cuerpo de la anciana como los remos de una trainera en el agua.
Esta vez Don Angel Luis tuvo dos satisfacciones, la de matar y la de seguir vivo.
Nadie escuchó los disparos porque el sonido megafónico de la cabalgata funeraria en homenaje a las Hermanas Aguilas Imperiales lo llenaba todo.
Se asomó discretamente a la ventana y miró hacia la calle. Una pancarta enorme encabezaba aquella especie de Duelo-Manifestación-Cabalgata en la que se leía en enormes caracteres "JUSTICIA PARA LAS AGUILAS IMPERIALES" A continuación desfilaba una hilera de elefantes del "Gran Circo Celtiberia Internacional" Al frente de las mansas bestias iba la mismísima Bárbara Rey vestida de domadora típica. Cada elefante, montado por una hermosa señora o señorita en bikini fashion y plumas de vedette, llevaba colgado un cartel en el que se leía: "Señor Rey, no nos mate"
Sonó el móvil de Don Angel Luis.
- Dime, Encarni.
- Papá, que digo yo que podrías llevar a tus nietecitos a que vean la cabalgata esa. Te viene mal?
- No, hija, no, enseguida paso a recogerlos. Espera que limpie unas cosas, que he estado haciendo una chapucilla doméstica.
(Continuará)

Dedicado a la amiga Aseret por acertar en el desenlace.