sábado, 21 de enero de 2012

Fuego!!

Residents gather on 20th Street SE in Golden Gate Estates on Wednesday afternoon to gauge the direction of a brush fire burning several blocks away. Tristan Spinski/Staff

Recuerdo aquel eslogan de la campaña contra los incendios forestales: "Cuando un monte se quema, algo suyo se quema" Eran tiempos de Franco. La retranca de los pobladores de España mejoró el eslogan: "Cuando un monte se quema, algo suyo se quema, señor conde"
La guardia civil buscaba "voluntarios" por las casas del monte (mi familia y yo vivíamos en el monte) para que apagasen el fuego. Mis hermanos y yo éramos niños, así que nos librábamos de tan ingrato "voluntariado" Y los vecinos de la finca de al lado, que sí eran mocetones hechos y derechos, se libraban escapándose de casa en cuanto veían acercarse a los temidos picoletos.
"No, mis hijos no están hoy en casa", decía la señora de la casa.
Algo parecido sucede ahora. La crisis arrasa y a los pobres nos toca "apagar el fuego" de los pirómanos capitalistas asalvajados. La putada es que de este fuego no hay quien escape. Y, además, nos tiene muy quemados.

(En la foto de arriba: Una señora muy atenta les muestra a los bomberos en donde está el fuego)

8 comentarios:

  1. Hombre, también hay el que va voluntario sin que vengan a buscarlo. La gente está mas concienciada hoy en día.

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  2. El fuego de la crisis no se apaga y cada vez se quema mas gente, no hay voluntarios para apagar solo palabras calientes y cada vez mas llamas de indignación.

    Ser voluntario sin que te obliguen es mas gratificante que te obliguen a quemarte por cojones.(fuego de verdad)

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  3. Recuerdo lo de la redada de "voluntarios".
    Era en verano, en el chalet familiar. Mi hermano y mi novio se escondieron en el garaje con las luces apagadas. Pregunté el motivo y me lo dijeron.

    La verdad, me dejarón a cuadros por su cobardía.
    Unos años después, ya madre de mi hija mayor, corrí a asistir un incendio al lado del chalet.
    Nadie vino a buscarme, fui voluntaria de verdad. Mi familia se quedó haciendo la sobremesa tan tranquila, sin entender que el incendio estaba al lado de casa y si no se detenía ardería todo.

    Por fortuna no era gran cosa y no hubo que lamentar perdidas, pero me quedé de mil demonios ante la pachorra de muchos.

    Y esta pachorra es la que campa con la crisis, Don Bonifacio. No lo olvidemos.

    ¡Salud!

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  4. Tienes ustedes mucha razón, amigas tertulianas internáuticas. Hoy "se entiende" el voluntariado, en aquel tiempo no se entendía y es fácil explicárselo. Yo mismo estuve una semanita en Corrubedo, Costa Da Morte, limpiando la playa de chapapote. Lo indignante es que los de la "pachorra" también estaban allí. Se quedaban de juerga por la noche y no se levantaban al día siguiente; en cuanto hacía un poco de viento no querían trabajar, etc., e incluso hubo un robo en uno de los barracones. Lo triste es que muchos voluntarios se quedaron sin poder ir, tal era la demanda, por culpa de esta gentuza. La misma gentuza que me he encontrado en muchas ocasiones n el Camino de Santiago.
    Salud y trabajo!

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  5. A mi me tocó vivir un incendio de esos estando en un camping. Algún gilipollas quemó la pinada y tuvimos que salir corriendo. Yo era muy pequeña y mi tío y mi padre se fueron voluntarios a hacer cortafuegos. Es algo que nunca entenderé, porque los humanos somos tan gilipollas y tan hijosdeputa. Destruímos nuestro entorno y con ello nos estamos destruyendo a nosotros mismos. Sobre este fuego que nos devora (la crisis), me temo que nos ha pillado de lleno y no podemos huir. Lo jodido es que, ocmo no huele cuando arde, no hemos podido salir corriendo antes de que nos pillaran. Menudos hijos de puta son estos capitalistas¡¡¡

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  6. Los fuegos forestales obedecen a dos razones, una es el interés de ciertos desalmados en recalificar y construir, y otra la "pasión" por el fuego que sienten los pirómanos. Ah, se me olvidaba, hay una tercera, la irresponsabilidad de los que arrojan colillas, hacen barbacoas en donde no deben, etc.

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