miércoles, 18 de enero de 2012

Basta ya de temeridades!







A raiz del siniestro del crucero de placer "Costa Concordia", motivado por la temeridad de su capitán, el ilustre marino Don Francesco Schettino, las compañías aéreas se han aplicado el cuento y ya se están tomando medidas drásticas para evitar males mayores. A partir de ahora se les prohibe terminantemente a los comandantes de las grandes aeronaves que sigan haciendo pasadas arriesgadas a doscientos metros de la Torre Eiffel, la Muralla China o el Puente Colgante de Vizcaya, por citar tres lugares emblemáticos en donde los potentes aviones permiten que sus pasajeros saluden por la ventanilla a los señores turistas. El año pasado estuvo a punto de ocurrir una tragedia muy gorda cuando un jumbo con 300 pasajeros de la compañía Oklahoma Airways casi se pega un hostión contra una pirámide de Egipto de las más bajitas. Vamos, para haberse matado todos!
Merece la pena arriesgar vidas humanas con estas maniobras absurdas?... No, y mil veces no!... Pues que empiecen a perseguir de una puta vez a los soplapollas que van a toda hostia con sus bicicletas por las aceras. (Además, estos cabrones no saludan a los turistas)





9 comentarios:

  1. Lo acontencido con el crucero de placer que acabo en todo menos en placer del Costa Concordia no tiene nombre. Su capitán un tarugo cobarde que se merece todos los años de cárcel le caigan y una buena multa. No se puede jugar con la vida de pasajeros de barcos aviones o taxis o lo que viajen por mucha pericia se crea tengan en sus dotes de capitán. Por algo temo los aviones y barcos si voy en uno y hacen algo así mejor no me los cruce cuando baje igual les duele las pelotas unos cuantos meses coño.
    Lo de las bicis bueno cabellero tiene usted razón algunos salvajes disfrutan sorteando paseantes y también si te pillan hacen pupa. Pero también hay muchos coches que no respetan cuando vas en bici o te tiran al suelo porque un gilipollas arrime el coche para ver si te puede tocar el culo, a esos los tiraba yo por un avion en marcha hacia los motores.
    Besos viandantes

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  2. Hay de todo, Doña Anita, pero el gremio de los gilipollas`es el que más destaca. Al capitán del barquito ese hace falta que le juzque una jueza con el talante de usted, ja, ja!... Lo que no creo es que vuelva a seguir capitaneando barcos.
    Pues aquí me tiene, a una hora inaudita, porque hemos tenido examen y nos han largado antes. Mañana no tengo clase y el viernes me toca otro examen.
    Feliz resto del día, gran amiga!

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  3. Y usted que lo diga, Don Bonifacio, ¡mano dura! Y si no es lo bastante dura, se recubre con un guante de tachuelas.
    Aunque creo que dicho admíniculo no le será nunca necesario a ANITA, je je je...

    Por cierto, el membrillo ha declarado que no pensaba huír, que es que "se cayó" en el bote salvavidas. Para dejárselo a ANITA nada más que cinco minutos...
    Además, ¡oh, hados! sus segundo y tercero de a bordo también se "cayerón" en el mismo bote y fueron llevados a tierra "en contra de su voluntad", pobres "valientes" a quienes no se permitió salvar a nadie...

    Qué asco de gente.

    ¡Salud y cuidado con las bicicletas rasantes!

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  4. Mucha suerte con los examenes caballero.

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  5. Así es, a la gente sensata no les guasta conducir ninguno de esos cacharros, ergo solo podemos estar en manos de locos.

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  6. Hello, amiga Aseret!
    Recuerdo que en el Titanic hubo un pez gordo que también "se cayó" en un bote salvavidas cuando faltaban aún centenares o miles de mujeres y niños por abandonar el barco.
    Pues sí, las bicicletas me tienen frito, es la misma invasión de las aceras que en España.
    Salud y barcos que floten!
    (Mi marino preferido sigue siendo Popeye)

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  7. Pues la carrera de náutica es larga, señor periodista, tendrían que aprender al menos a no cometer torpezas. Claro que la carrera eclesiástica tambiés es larga y ahí tenemos al señor Rouco Varela que no respeta a nadie.
    Buen día!

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  8. En verdad el género humano es digno de estudio, pero por su estupidez¡¡ No sabía que los pilotos hiciesen esas maniobras. Para darles de hostias hasta hartarse¡¡¡

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