lunes, 23 de enero de 2012

De barcos, aviones y torres flotantes

Santa María Pinta Niña Huelva

Hubo un tiempo en el que el barco era el único medio posible para atravesar mares y océanos. Un tiempo que duró muchísimos siglos. La gente viajaba, emigraba y naufragaba en barcos, no había otra manera. Más tarde surgirían los "cruceros de placer", pero eran cosa de millonarios. El mismo viaje del Titanic podría calificarse como un crucero de placer, aunque todavía no se había impuesto la aviación, pero los pobres viajaban "en tercera", lo mismo que si fuese apestados o ratas.
Cristobal Colón llegó a América en un "cascarón de nuez", echándole agallas, idealismo y muchas ganas de ser virrey. Y cinco siglos después nos devolvió la visita Charles Linderberg, volando sobre el Atlántico en su "Espíritu de San Luis" Era un avión tan precario el de su proeza, que hoy no se atrevería a repetir el viajecito en un aparato similar ni el más experimentado de los pilotos. Pero Linderberg no aterrizó en España, lo hizo en París. España ya estaba muy devaluada cuando entonces. La película sobre la hazaña de Linderberg es muy buena, la protagoniza James Stewart. Las películas que se hicieron sobre la hazaña de Colón pasaron sin pena ni gloria.
Recuerdo de mi lejana infancia la despedida a mi padre en el aeropuerto de Santurce, cuando se embarcó en el vapor "Surriento" rumbo a América. Allí estaba toda la familia agitando los pañuelos. "Vapor" llamaban entonces a cualquier barco transatlántico. Recuerdo luego otra despedida en el aeropuerto de Sondica, todos en la pista, al lado de la escalerilla. Mi aita viajaba en esta ocasión en un avión que, de existir hoy, sería una pieza de museo.
Para el transporte de personas se ha impuesto en estos tiempos el avión. Ya nadie viaja a América en barco. Y los barcos se han convertido en monumentales petroleros o en grandes superficies comerciales para todos los públicos, incluídos hipotecados y familias numerosas. Los millonarios de ahora viajan en sus propios yates o jets privados. No se mezclan con la chusma.
Leo por ahí que hay cruceros de estos que tienen hasta 16 cubiertas "porque eso es lo que quieren los clientes (las navieras) ya que es una manera de maximizar los ingresos". Algunos expertos dicen que tal altura "los hace inestables y aumenta el riesgo de escoramiento" Pero hay muchísima gente que tiene miedo al avión. Nuestra herencia genética marinera viene de muchos siglos atrás.  Y eso que un "crucero de placer" puede resultar más peligroso que las carabelas de Colón o el avioncito de Linderberg. Y, toquemos madera, todavía no le ha dado al Al Qaeda por hundirlos. Y viaja en ellos tanta gente como en los trenes de Atocha o las Torres Gemelas.

6 comentarios:

  1. Al Qaeda nunca atentaria contra un barco, pues al diferencia de los aviones no es un invento del diablo. Ya existian cuando nacio Mahoma

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  2. Cuando nació Mahoma no existían las metralletas ni los explosivos y, sin embargo, les encanta usarlos.
    Good morning!... Regards from Manchester to Barcelona!

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  3. Los ricos mega-ricos tienen sus propios yet, yates y demás cacharros chipiriflauticos de trasnporte. Los pobres ya no viajan mas que de lo que fué su casa al banco del parque.
    El avión dicen es el transporte mas seguro que existe y la hostia mas grande si te caes también.
    Los barcos de lujo me dan miedo tantas alturas tantas cosas dentro los puede hacer inseguros yo también lo pienso. Y sobre todo si los maneja un gilipollas.
    Antes el barco primaba ahora es el vión y yo me quedo con mi coche aunque llegue tarde y de noche.
    Besos viajeros caballero y de nuevo felicitarle por su aprobado.

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  4. Thank you very much, Gran Anita!...
    Así es, el automóvil es el medio más peligroso de locomoción, pero nos inspira más confianza porque lo conducimos nosotros mismos. Miles de aviones y barcos navegan por esos cielos y mares y "casi" nunca pasa nada, pero cuando pasa la cosa es gorda.
    Besos desde una barquita en aguas serenas!

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  5. No de usted ideas, amigo mío. A mi me da un poco de pavor el avión. Lo supero porque me encanta viajar y conocer otros mundos, como a Colón, pero las paso putas en ellos, para que negarlo. En velerito si ido y me encantó la sensación de botar sobre las olas y que te de la brisa marina en la cara, salpicandote de agua. He montado en barquito en Mallorca y en Menorca. Viaje cortito para ver las estupendas y preciosas calas de esa tierra. Le mentiría si le dijese que no me apetece ir de crucero. La verdad es que hay uno por las islas griegas que me gusta un montón pero el dinero lo es todo, amigo mío, jajaj. Aunque me sentiría mucho mejor en un velerito de esos que alquilan los ricos, con la tripulación incluída, y sin tener que aguantar a 4000 viajeros más a mi alrededor en una especie de cenro comercial flotante.

    La peli de James Stewart la he visto unas cuantas veces y me encanta y de las de Colón, me gusta la de Depardieu pero por la espectacular música que tiene. Besos

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  6. El avión impone un montón, la entiendo, pero el peligro acecha en cualquier medio de transporte. Con la mar calmadita tiene que ser una gozada ir en velero.
    Besazos!

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