miércoles, 31 de octubre de 2012

Se han ahogado nuestros héroes?

Un asesino como los demás (160)

   - Se puede saber qué estás buscando en ese domicilio?
- Si lo encuentro, lo sabrás; Si no lo encuentro, no ha pasado nada, nunca hemos estado allí.
- Y en dónde está eso?
- Encima de mi casa.

Guarromán se quedó muy intrigado, a su edad no estaba para aventuras extrapoliciales, y la Gordi igual le metía en un fregado que podía costarle un expediente disciplinario o colaborar con Valdeminguilla en la limpieza retreteril. Qué coño se proponía la cabrona?... Joder, si al menos le permitiese recordar viejos tiempos... en la cama! Sabía que había estado enrollada con un artista callejero, al que luego cambió por un desertor de la mina asturiana, pero no debía encontrarse muy a gusto con el minero, porque cada día tonteaba más con el inspector Molina. "La madre que la parió, qué mujer más caprichosa!" Pero lo que le jodía a Pecharromán es que le utilizase para algo ilegal y, sin embargo, no fuese caprichosa con él.
Al pasar frente al despacho del Super le llegó su voz cabreada:
- Que se ha escapado?!... No me jodas, Vallejo!... Me has dicho hace diez minutos que lo tenías sitiado, coño!
- Ya, pero no contábamos con que tuviese apoyo. Dos personas le han ayudado a huír, suponemos que una es una mujer.
- Joder, los geos, el helicóptero, el mogollón de agentes desplazados... y ahora me cuentas una película de James Bond, una mujer!... No me dijiste también que el río está innavegable porque las aguas bajan con mucha fuerza?
- Sí, por las lluvias de los últimos días, pero ya ve usted, están locos!... A lo mejor a estas alturas ya se los ha tragado la impetuosa corriente.
- La "impetuosa corriente"... Déjese de literatura, coño!
- El helicóptero trata de encontrar el rastro, jefe, confiamos en que...
- Llámeme en cuanto tenga algo, Vallejo, y espero que sea enseguida. - Colgó el teléfono. Pensó en voz alta: - "Sólo me faltaba ahora esto, esperar a que el río se calme y movilizar a los buzos para buscar los cuerpos de tres delincuentes de baja estofa"

      

Desde el helicóptero sólo se veía ahora una balsa vacía que la corriente arrastraba a gran velocidad junto a ramas de árboles, colchones, muebles destrozados, paraguas, cochecitos de bebé, bolsas de plástico, neumáticos, latas de cerveza, botellas...
Malamente pudieron ocuparse de ellos mismos para salir del maldito río por la zona frondosa de uno de sus meandros más pronunciados, pero a la balsa la dieron por amortizada.
- Ahora no nos ven, pero en cuanto nos pongamos en carretera el helicóptero nos echará el ojo y pondrá en alerta a todas las patrullas.
- Joder, Rompe, entonces no hemos conseguido nada con jugarnos la vida en el río.
- Calla, tontita, que tengo un plan cojonudo.




Teresita esperaba a Purita en la puerta del "Centro Cívico de la Tercera Edad Marujita Diaz" Habían decido entrar juntas por ser un día muy especial en sus vidas, el día de su primer ensayo con el grupo de aficionados mayores "Bambalinas" Purita se encontró con la desagradable sorpresa de que su amiga Teresita la miraba con mala cara.
- Qué te ocurre hija?, por qué me miras así?
- Pero Purita, por Dios, cómo se te ocurre ponerte ese vestido?!
- Qué tiene de malo este vestido?, es uno de mis favoritos.
- Dios mio, Purita, Dios mio!... Es que no te das cuenta?!
- De qué?, de qué tengo que darme cuenta?... Ay, hija, explícate, que me vas a volver loca!
- Es un vestido amarillo, Purita!... Amarillo!

( Continuará )

"Ten cuidado con lo que deseas en la juventud porque lo conseguirás en la edad madura" (Wolfgang Goethe )

martes, 30 de octubre de 2012

La huída.

Un asesino como los demás (159)

     De los capítulos anteriores: Rufina Bustarviejo, La Finita, y Santos Sobrado esperan a su colega fugitivo Rompetechos ocultos entre la maleza de la ribera fluvial para rescatarle del acoso policial. Todo obedede a un plan magistral (sigue rimando) y no exento de riesgo del propio Rompetechos. El capitán Valerio Vallejo dirige la operación de captura del fugitivo, a la que se han sumado los geos y un helicóptero con altavoz.
Bernardino Miranda, "Rompetechos", es el único superviviente del alunizaje a una peletería de la cadena Amadas Pieles. Rompetechos, disminuído visual, conducía el vehículo que se empotró a velocidad suicida en el referido local, provocando que días después muriesen en el hospital los dos hombres que le acompañaban, Leonardo Cantero Diéguez, "El Chepa", de 54 años, y Urbano del Campo Setares, "El Mosca", de 19 años. ( Ver capítulo 110 )

     

( De izquierda a derecha de la pantallita de su ordenata: Rompetechos, El Chepa y El Mosca, los dos últimos descansan en paz )

Semanas después, el siempre temerario Rompetechos, tras fugarse del hospital con el apoyo de La Finita, que inmovilizó al agente Victorio Valdeminguilla con sus armas de mujer, es sorprendido por una patrulla mientras repostaba en una gasolinera y comía cacahuetes del snack bar, situación que le obliga a emprender una loca carrera de película de acción huyendo de la patrulla cazadora, la cual hace sonar su sirena amedrentadora y emíte los típicos destellos azules.
Por el móvil se pone en contacto con La Finita, que está alojada en un hotelucho de Miranda de Guadalmiño, pues la noche anterior ha actuado en la discoteca Frenesí con su show erótico festivo Tetas con nata, y le da instrucciones para que se acerque a un punto determinado de la ribera izquierda del Río Guadalmiño con una balsa neumática.



( El Guadalmiño a su paso por el puente de la Virgen de Miranda de Guadalmiño. En la otra foto: balsa neumática como la utilizada por nuestros héroes )

Dio las órdenes oportunas Rompetechos:
- Venga, nos acercamos a la orilla por aquí, que será más fácil; os subís vosotros dos los primeros y luego yo la empujo lo que falte para entrarla al río y "subo a bordo" de un salto. Ya vereis, va a salir como un torpedo en cuanto esté en el agua, mira con que fuerza baja la corriente!

- Sigo sin verle, mi capitán. - Se comunicó el agente helicopteril Luceño con el capitán Vallejo.
- Pierda cuidado, lo tenemos sitiado, los geos ya están ahí abajo. Esto es pan comido, Luceño!... "No sé como al Jefe Superior se le puede ocurrir un despliegue como este para pillar a un puto alunizero" - reflexionó atinadamente el capitán - "Como se entere el ministro del pastón que está gastando en combustible el helicóptero...!"
- Hostias, qué es eso?! - Oyó la voz asustada de Luceño.
- Qué demonios ocurre, Luceño?!
- Huyen en una balsa río abajo, mi capitán!
- "Huyen"?... Quienes huyen?!
- Tres!... Son tres personas, mi capitán!... Joder, hay que estar locos para hacer eso, va a volcar la balsa y se van a ahogar?!
Se ahogarán Rompetechos, La Finita y el Santos?!... Sobrevivirán nuestros erráticos héroes?!... Resistirán ustedes, señores lectores, la tensión que supone no saber nada de tan audaces y carismáticos personajes hasta el próximo capítulo?!... Estará Doña Leona a favor de la salvación de Rompetechos o le deseará una muerte rápida en las turbulentas aguas?!...

( Continuará )

"Ningún creador de argumentos y personajes, por excelente que sea, está considerado como un pensador serio, ni siquiera Shakespeare. Es difícil saber qué piensa en realidad el escritor creativo, porque se oculta detrás de sus escenas y sus personajes. Y, cuando los personajes empiezan a pensar y a expresar sus ideas, no siempre hay que considerar que son las del escritor" ( Anthony Burgess, escritor manchesteriano, autor de "La Naranja Mecánica" )

lunes, 29 de octubre de 2012

Los tres de Río Bravo

Un asesino como los demás (158)

Del capítulo anterior:
El cegato atómico les iba a demostrar enseguida que no sólo servía para pisar un acelerador a fondo tras unas gafas de culo de vaso, y se iban a quedar todos más pasmados que Valdeminguilla ante una mujer desnuda que le acaricia la bragueta.

      Se internó en la frondosa vegetación de la ribera fluvial desapareciendo del campo visual del helicóptero y de los geos que ya empezaban a descolgarse por el barranco.Avanzó con dificultad entre ramas y hojarasca buscando el punto de encuentro con su complice.

- Me recibe, mi capitán?
- Dígame, Luceño. - Respondió el capitán Vallejo.
- Lo hemos perdido de vista, eso de ahí abajo parece un bosque.
- Manténgase en su posición y vuelva a amedrentarle con la megafonía. No tiene escapatoria, el río es un peligro y por tierra le tenemos rodeado.
- A sus órdenes, mi capitán!
Benjamín Luceño volvió a la carga:
"Entrégate, Rompetechos, no dispones de ninguna posibilidad de huída!!"

     

- Jo, qué susto me has dado tía!
- Coño, este es el sitio en el que hemos quedado, no?
- Sí, sí, pero creía que era un poco más allá. En dónde está la balsa?
- Ahí, detrás de esos espinos, pero hay que esperar un poco, la está inflando Santos.
- Quién coño es Santos?
- Un colega que trabaja conmigo en Tetas con nata. De no ser por él, yo no me hubiese apañado para bajar sola con la balsa hasta aquí. Tío, me tienes jodida y cabreada, no he dormido nada esta mañana.
- Bueno, bueno, te lo debo, Finita.
- Joder, desde que te conozco siempre estás con la pasma pegada al culo, y hoy parece que te has traído un ejercito.
- Nada, es que el helicóptero hace tanto ruído que es como si estuviésemos en Afganistán, pero son los maderos gilipollas de siempre. Hola, Santos!... Tú eres Santos, verdad?
Santos le miró un poquito y siguió a lo suyo, esforzándose en darle forma a la balsa neumática, presionando reiteradamente el inflador.
- Es sordo?
- Más que eso, es sordomudo. Cómo sabías tú que en ese pueblo hay una tienda de deportes y que venden balsas?
- Joder, me tiré un día examinando las calles para ver por dónde me venía mejor abrirme después de hacerme la farmacia. Fue el encargo de unos yonkis que querían drogas. Y vi que en el escaparate de la tienda de deportes había balsas y canoas, porque al parecer a la basca local y a los veraneantes les mola navegar por este río.
Tronó la megafonía del moscón de hierro:
"Rompetechos, sal de la espesura con la manos en alto!!"
- El río baja con mucha fuerza, tío, y esto no tiene volante ni frenos.
- Ya te dije que a unos trescientos o cuatrocientos metros el cauce es más estrecho y hay ramas en ambas orillas que nos pueden frenar. Por cierto, no te habrás olvidado de dejar el coche allí?
- He hecho todo lo que me has dicho, capullo, y no sé cómo soy tan tonta que sigo haciéndote caso.
- Porque eres muy buena y estás muy buena, y sabes que te quiero, chochete mio!... Y, además, en cuanto salgamos de esta te voy a comer ese par de domingas tan ricas que tienes, pero yo sin nata, que ya sabes que no me va el dulce.
- Marrano!
Santos terminó de inflar la balsa y el trío de calaveras se dispuso a arrastrarla hasta la orilla. A cualquiera se le hubiesen erizado los cabellos con sólo pensar que debían embarcarse en tan frágil embarcación y dejarse llevar por tan furiosa corriente, pero entre los delincuentes los hay temerarios a tope y el Rompe y su gente se llevan la palma.
Un putón verbenero, un aparente sordomudo y un cegato estaban a punto de jugarse la vida para dar el esquinazo a la pasma, como los malos simpáticos de las pelis.

     

( Rufina Bustarviejo "La Finita", Santos Sobrado "El Sonrisillas" y Bernardino Miranda "Rompetechos", tres seres dignos de la más absoluta admiración y respeto, incomprensiblemente acosados por las fuerzas policiales )

Las orejotas parabólicas de Rompetechos detectataron una señal.
- Venga, vámonos de naja que me chamullo a los geos cerca.
- Joder, Rompe, pues estos nos pillan, ya lo verás.
- No, tonta, que se lo van a pensar lo suyo antes de acercarse del todo, no saben si estamos armados o no. Venga, vamos!... Bote al agua!, je, je, je"! - El buen humor de Rompetechos no escaseaba ni en las situaciones límite.- Venga, la acercamos a la orilla por ahí, que está más fácil; os subís vosotros dos los primeros, y luego yo la empujo lo que falte para entrarla en en el agua y "subo a bordo" de un salto. Ya veréis, va a salir como un torpedo en cuanto esté en el agua, mira con cuanta fuerza baja la corriente!
- Me voy a mear encima, Rompe!
- De la risa por lo feo que soy?
- De miedo, cabrón!

( Continuará )

"La frase es el mayor invento del hombre" (Jhon Bamville, escritor)





sábado, 27 de octubre de 2012

Mejor que Rambo!

Un asesino como los demás (157)

El capitán Valerio Vallejo, que dirigía la operación, alucinaba ante la actitud del mendrugo Rompetechos.
- Cómo se le habrá ocurrido meterse ahí si no tiene escapatoria, coño?!
- Se debe creer que es Rambo en Acorralado, je, je! - Le respondió el sargento Orcasitas.
- Dígales a sus hombres que bajen con mucho cuidado, sargento, y que no se acerquen al fugitivo hasta comprobar que no está armado y que no corre peligro de caer al río.
Las aguas del Guadalmiño azotaban con fuerza sus riberas. Las lluvias intensas de los últimos días habían provocado una crecida espectacular, cuando este río habitualmente no es muy caudaloso. El empuje de las aguas, en efecto, podían poner en un serio aprieto al alocado Rompetechos y a los policías de élite.
- Yo creo que el cabronazo ha pensado que no íbamos a tener cojones - Argumentó y sonrió nuevamente Orcasitas.
Pero los polis de esta aventura estaban infravalorando a Bernardino Miranda "Rompetechos". El cegato atómico les iba a demostrar enseguida que no sólo servía para pisar un acelerador a fondo tras unas gafas de culo de vaso, y se iban a quedar todos más pasmados que Valdeminguilla ante una mujer desnuda que le acaricia la bragueta.






  A Fidel Castro no le pasaba nada. "No tengo ni un dolor de cabeza", les decía el barbudo histórico a los periodistas. Pero el etarra Uribetxeberría Bolinaga  ( que como habrá constatado algún lector avispado, comparte apellido con Crescenciano Cano Uribetxeberría ) sí que le pasaban cosas, tenía "cáncer de riñón con metástasis en el cerebro y un pulmón" Osea, estaba más jodido que Ortega Lara cuando le sacaron del agujero.

Crecía la superficie de hielo en la Antártida 17.000 kilómetros cuadrados al año, y en el Artico disminuía. Superman abandonaba el Daily Planet y se pasaba a un periódico digital. ( Jo, más competencia para El Periódico del Prat! ) El planeta más próximo al nuestro con posibilidades de vida, decían que se encontraba en la constelación Alfa-Centauri, y que, en el caso de fletar una astronave para llegar hasta allí, se tardaría en el viajecito la friolera de... 25.000 años!



- Me debías una, ya lo sabes, yo le convencí al chota de Malagón de que no se chivase al anterior jefe de que fumabas porros en el coche patrulla.
- Joder, tía, hace ya siglos que no fumo ni porros ni tabaco ni pollas en vinagre.
- Qué tal te va con la vieja borde?
- Si ya no la estoy escoltando, tía!; desde que el viejo ese está controlado, la vieja no tiene protección.
- Pues la han dejado indefensa porque hay otro hijo de puta matando.
- Bueno, hay miles de hijos de puta matando, mira tú lo de la niña de Albacete, y lo de la niña de Pakistán, por ejemplo. - Hizo una pausa, la miró con renacida curiosidad. "Qué querrá de mi ahora esta chocho loco?" - Venga, tía, qué coño quieres?
- Quiero que me cubras, Pecharromán, voy a entrar en una casa...
- Ya no me llamas Eulogio?
- Menos coñas, Pecharroman, que lo nuestro fue hace siglos y ahora mantengo una relación formal. Además, estoy proponiéndote algo muy serio, coño, escúchame!
- Has dicho que quieres entrar en una casa?
- Sí, quiero que me cubras mientras yo permanezco en ese domicilio haciendo unas averiguaciones, que vigiles por si vuelve el inquilino y que me abras la puerta sin estropicios, que tú eres experto en eso. Es una cerradura muy antigua y yo no sé hacerlo.
Felisa no había encontrado la llave entre la tierra de la maceta porque quizá Sor Auxiliadora la había cambiado de sitio y no se acordó de comunicárselo.
- Joder, me estás proponiendo un allanamiento de morada!... Tía, te has olvidado de que tú y yo somos policías.
- Lo tengo muy presente y te sorprendería lo que puedo descubrir en ese domicilio.
La Gordi había decidido finalmente no tomarse la justicia por su mano. Pensó que no era prudente arriesgar su libertad por un loco, aunque bien la hubiese gustado matarle con sus propias manos en el caso de que efectivamente fuese él el asesino de su hermana. Por eso no la importaba que Pecharromán estuviese en el ajo. También había pensado en acudir directamente al Super Jefe y comentarle sus sospechas, pero lo descartó por no exponerse a un ridículo, pues a fin de cuentas aquel hombre era un enfermo atendido por una monja, y sus sospechas no tenían más fundamento que la pesadilla en la que vio a su hermana morir acuchillada. Tan sólo se apoyaba en una corazonada.
- Se puede saber qué estás buscando en ese domicilio?
- Si lo encuentro lo sabrás. Si no lo encuentro no ha pasado nada, nunca hemos estado allí.
- Y en dónde está eso?
- Encima de mi casa.
A Pecharromán lo tenía en sus manos porque también sabía que un amiguete suyo de una gasolinera le hacía vales falsos de gasolina cuando cargaba el deposito de la "lechera"

( Continuará )

"Para mi la escritura es mucho más interesante que la vida" ( John Banville, escritor )




viernes, 26 de octubre de 2012

Help!

Un asesino como los demás (156)



"ENTRéGATE, ROMPETECHOS, ESTáS RODEADO, COñO!!
- Y una mierda, capullo, bajar si teneis cojones!
No le oían, por supuesto, el ruído del helicóptero era ensordecedor. Rompe llegó al río y se camufló entre la frondosa vegetación de esa misma ribera. Imposible cruzar al otro lado, pues la corriente bajaba con una fuerza inusitada. Sin embargo, lo que buscaba el fugitivo estaba allí cerca.
Benjamín Luceño, desde el helicóptero, lo tenía a huevo en la mirilla de su rifle telescópico, pero no podía disparar porque Rompetechos no era un asesino ni un terrorista. "Lástima!", se dijo el sádico agente volador.
Los geos se disponían a descolgarse con cuerdas por el barranco. Rompe estaba muy magullado, pero no se había roto ningún hueso. El descenso hasta el río había sido una odisea, más el cegato tenía siete vidas, un cuerpo duro a prueba de golpes y una suerte de puta madre.
Tan sólo una hora antes había sido detectado en una gasolinera por una patrulla que dio el aviso a la central. El Super Jefe Lopategui Serranillos, ante la eventualidad de que se pertrechase en alguna fábrica o chalet y que contase con el apoyo de colegas armados, decidió llamar a los geos para no poner en peligro la vida de sus patosos agentes. Eso sí, envió a Luceño y a Garcipérez para que le siguiesen con el helicóptero porque el cacharro volador da respetabilidad a la policía y no cabe duda de que "a vista de pájaro" se ve mejor a los malos que huyen y a los "antiespañoles" de las manifas.
Rompetechos también fue previsor: El río, la Finita, la huída!... El Rompe de rompe y rasga urdió un plan acojonante para librarse de la madera.

La Finita había actuado aquella noche en el espectáculo de un amigo que la contrataba muy a menudo, aunque el espectáculo en sí era la propia Finita y su voluptuosidad. "Tetas con nata" se llamaba la cosa. Y esta vez el lujurioso show - en el que dos o tres lugareños, previamente esposados, intentaban chupar la nata untada en las tetas de la artista, mientras esta se contoneaba al ritmo de la música - había tenido lugar en un pueblo llamado Miranda del Guadalniño. Y la Finita le había dicho a Rompe que dormiría en el pueblo después de la actuación. Rompe conocía muy bien el lugar porque el año anterior había atracado una farmacia de allí, ocultándose luego en la pequeña jungla del Guadalmiño.
- Tío, no jodas, son las diez de la mañana y me he acostado a las siete.
- Me cagüen el Borbón, escúchame bien, Finita!... Voy a 160 por una carrtera de mierda y me siguen todos los maderos del mundo, hasta con un helicóptero. Tú vas a salvarme, Finita, pero abre bien los oídos que disponemos de poco tiempo.




( La exuberancia y talento artístico de Rufina Bustarviejo, "La Finita", era ideal para el espectáculo "Tetas con nata" )


A Felisa le vino a la memoria que, en cierta ocasión, la monja que atiende al loco le dijo: "En la maceta grande que hay en en rellano de la escalera, cerca de la puerta de Crescenciano, he ocultado una llave del domicilio, por si algún día ocurre algo y no me abre. He dejado llave ahí para que, en el caso de que yo no esté, algún vecino pueda atenderle. Se lo digo principalmente a usted porque es la que vive más cerca"
Recordó que no la había sentado muy bien que la monja se arrogase el derecho de pasarle a ella el marrón de atender al loco, pero enseguida se arrepintió de su egoismo porque a fin de cuentas su vecino era un enfermo y ella había ingresado en la policía por una vocación de servicio.
Seguiría la llave en el mismo sitio?... Ya había pasado mucho tiempo desde que la monja se lo dijo. De seguir la llave en la maceta contaba con la posibilidad de acceder al domicilio del presunto asesino y buscar algún indicio que le delatase. Tan sólo tendría que esperar a la siguiente noche en la que este volviese a salir "de ronda"

( Continuará )

"Me habría mirado con su eterna sonrisa enigmática y me hubiera dicho: "Escríbelo. Para sacar la tristeza del cuerpo no hay nada mejor que poner todo sobre el papel. Escríbelo" (Sebastián Edwards en su novela "El misterio de las Tanias")

jueves, 25 de octubre de 2012

Felisa atormentada

Un asesino como los demás (155)

Era una idea terrible pero podía muy bien estar basada en la realidad: "El loco de arriba... el asesino de su hermana!" Imposible quitárselo de la cabeza aunque fuese una conjetura absurda. La idea lo mismo atormentaba su espíritu que le parecía abstracta: una hermana que no existía para ella desde hacía quince años y un loco que alborotaba por las noches al que todavía no le había visto la cara. Ella lo mismo estaba en medio que ajena a la situación, pero sufría, y su sufrimiento era grande porque Basilisa, a pesar de aquel "Flora" de batalla, de aquel tipo de vida denigrante y de aquel alejamiento de su vida, no dejaba de ser su hermana, y alguien la había asesinado. Tuvo un pensamiento moral y justiciero: "El mejor acto de amor hacia mi hermana es que entregue a su asesino a la Justicia" Tuvo otro pensamiento más radical: "Por qué no me tomo la venganza por mi mano?... El que a hierro mata... Para un abogado será muy fácil demostrar que el individuo está loco y le encerrarán en un centro en donde vivirá mejor que hasta ahora, e incluso es posible que salga en libertad en pocos años, que no siempre va a gobernar el PP.


  



( Señor Gallardón, flamante Ministro de Justicia. Preguntas: Saldrán adelante sus leyes justicieras o los jueces le pararán los pies?... Cabría la posibilidad en esta democracia reventada de que al orate Crescenciano Cano Uribetxeberría le aplicasen la inyección letal como a muchos dementes en los Estados Unidos? )

Felisa jamás había matado, aunque en varias ocasiones se vio obligada a exhibir su arma reglamentaria para espantar a delincuentes de baja estofa que se envalentonaban. En otra ocasión se pasó una tarde entera parapetada tras un coche por si los atracadores que se hallaban en el interior de un banco con rehenes les daba la locura de salir disparando. Afortunadamente, los hampones optaron por utilizar su sentido común y salieron con los brazos en alto. Pero la situación más tensa que vivió fue cuando se escaparon dos tigres de Bengala del Gran Circo de Bengala, y tuvo que pasar dos horas patrullando por calles y plazas acongojadita. Gracias a Dios y a la buena suerte, los grandes felinos "se entregaron" a su domador, o, mejor dicho, el domador pudo acercarse lo suficiente a sus michinos y les disparó unos dardos con un fuerte narcótico que los durmió al instante. Y los aficionados a los toros no se perdieron la corrida de abono de esa tarde, pues los tigres estaban a punto de saltar la tapia de los corrales del afamado coso taurino Virgen Macarena Torera.






( Estos son los tigres de Bengala que estuvieron a punto de comerse unos toros de Victorino. Bueno, no se sabe si lo hubiesen conseguido, que los toros también luchan por su derecho a la vida )

Sí, la idea era fantástica y justiciera a tope, era la venganza que le hubiese gustado a Basilisa, la cual nunca creyó en policías ni en jueces. Pero llegaría a reunir la suficiente sangre fría para enfrentase al loco y liquidarlo?... "Joder, me estoy volviendo majara, si todavía no sé si ha sido él!"
Salvo en estas situaciones especiales de chorizos nerviosos y tigres idem, el historial de Felisa Calvo se limitaba a aburridímas patrullas a pie y en coche y a tratar con elementos antisociales variopintos: carteristas, cogoteros, piqueros, trileros, timadores... los que durante el oscuro franquismo eran conocidos como "vagos y maleantes" Pero La Gordi no conoció el franquismo, era una hija de la Democracia, una poli orgullosa de defender con resolución a los ciudadanos indefensos, como los super héroes de los comics. Aunque más de una vez se había hecho la reflexión típica de muchísimos polis: "Me metí en esto por una vocación de servicio a la ciudadanía y mi trabajo se limita a pillar rateros que a las pocas horas, días o meses ya están en libertad"
Lo que le hubiese gustado a Felisa Calvo en este momento de su vida atormentada es participar en el operativo de captura de Rompetechos.


Acorralado

Rompetechos había aparcado el jeep junto al barranco que se alzaba sobre la ribera del río Guadalmiño, y ahora caía, más que bajaba por entre peñascos, argomas, helechos y hierbajos de todo tipo hacia el lecho fluvial.
"ENTRéGATE, ROMPETECHOS, ESTáS RODEADO, COñO!!... - Sonó por megafonía la voz atronadora y metalizada de uno de los agentes del helicóptero. El moscón de hierro se mantenía en vertical sobre el río, y los agentes de los coches patrulla tomaban posiciones al pie del barranco.
Benjamín Luceño, desde el helicóptero, le tenía a huevo en la mirilla de su rifle telescópico, pero Rompetechos no era un asesino ni un terrorista, así que se imponía atraparle vivo.
"Qué lástima", pensó Luceño, "no es un asesino pero es el mayor peligro rodante en las carreteras españolas. Al lado de este, Ortega Cano es un niño en patinete"

( Continuará )

miércoles, 24 de octubre de 2012

El asesino vive arriba?

Un asesino como los demás (154)

"Basura, más que basura!, eres una puerca en este basurero de mujeres basura!... Muere, cochina, muere, ja, ja, ja, ja!... Ya lo ves, mato a las mujeres como tú, Berciana, mala madre, borracha inmunda!"
Despertó Felisa y tardó casi una minuto en relacionar su pesadilla con los gritos procedentes del loco de arriba. En tan atroz pesadilla asistió al asesinato de su hermana Basilisa en un callejón del polígono industrial, pero las voces, los gritos, aquellos gritos... No oyó los gritos de su hermana implorando auxilio, sólo vio su rostro aterrorizado, sus ojos expresando el pánico infinito que sentía. Vio el cuchillo hundiéndose una y otra vez en sus pómulos, en su cuello, en su pecho, en su estómago... Aquellos gritos. aquel "muere, cochina, muere" surgían de la voz de un hombre, el asesino que la estaba matando, y era la voz de... "No, no es posible!" La sola idea hizo que se le helase la sangre y que el corazón estuviese a punto de estallarle.
- Estás despierta, cariño? - Preguntó Pelayo.
- Más que nunca!






Por primera vez en muchos años, Don Angel Luis se sentía como una mierdecilla en la acera, pisoteado por todos, ignorado, ninguneado, despreciado... La gente del barrio no le dirigía la palabra. Los ojos de la policía no se perdían ni uno de sus movimientos. El teléfono lo tenía pinchado. Le controlaban la correspondencia. Su hija se negaba a hablarle. Su otra hija le colgaba el teléfono. A sus nietos no los veía... Se estaba volviendo taciturno y cada vez más obsesionado con la vieja maldita que había pregonado a los cuatro vientos su identidad. "La mataré, aunque sea lo último que haga en libertad!



   - Ha sido espantoso, chica, hemos pasado unos días terribles con tanto disturbio callejero. Hay que ver como se pone esa gente cuando les tocan a su Mahoma dichoso.
Encarni y Conver mantenían una de sus habituales charlas telefónicas. ( No siempre fueron habituales porque "las llamadas de un país a otro salen muy caras", que decía Encarni, pero ultimamente, dado lo ocurrido con su padre, se sentían más unidas que nunca y deseosas de desahogarse )
- Encarni, lo que me has dicho de Manolín me parece muy grave, eh?... De verdad lo piensas?
- Pues sí, él lo niega, claro, siempre lo niega todo, lo de las torturas a los gatos, lo del intento de quemar a Don Glorialdo... Pero yo me barrunto que fue él y casi lo aseguro. Hija, la policía dice que se trató de niños. Hay un niño peor que el mio en todo el barrio?... Conver, mira, no gano para disgustos, ahora Encarnita se ha echado unas amigas musulmanas. Ay, Dios mio, esto es un sinvivir!
- Chica, no exageres, es lógico que si en su colegio hay niñas musul...
- Calla, calla, que no he terminado de contártelo. Le ha dado por ponerse un velo islámico para salir de casa, y no hay manera de disuadirla porque le dan unos berrinches tremendos. Y ayer me vino a casa con un corán, como te lo cuento, y dice que quiere cambiarse de religión.
- Ja, ja, ja, ja!!... Chica, esto es una comedia!
- No te rías, Conver, que no es para reirse. Pero si mi Encarnita no hace nada que ha hecho la Primera Comunión!







    ( Angelicales criaturillas que hacen sonreir a Dios o a Alá )


- Saluda a Purita, Bimba.
- Vaya, parece que ha perdido algo de peso, no?
- Sí, hija, sí, la he tenido a dieta un par de semanas, es que es muy golosa.
- Pues en mi familia tuvimos un perro que se llamaba "Canuto" y le gustaban mucho los bizcochos mojados en vino. Fíjate tú qué cosas.
- Te has aprendido tu parte ya?
Doña Purita y Teresita habían abandonado definitivamente la FESG (Felicidad Eterna, Sí, Gracias) y ya les daba igual que el fin del mundo las pillase en Soria o en Pernambuco. Influyó en su decisión la anarquía que se respiraba en el grupo, la mayoría de los miembros se escaqueaban cuando les tocaba la limpieza del local; del líder de la secta, el Amado Maestro Salvador Guardiola, se supo que estaba implicado en la mafia china de Gao Ping; y el Paco se ponía pesadísimo ultimamente con el rollo de que el asesino en serie tenía hipnotizada a la policía.
- Sí, hija, por supuesto, me he aprendido mis líneas.
- Bimba, no seas pesada, quítate de ahí que tiene que sentarse Purita. No ves que vamos a pasar los diálogos de la obra?
Y ahora se habían apuntado a una compañía de teatro de aficionados de la tercera edad, "Bambalinas". Doña Purita quería ser como su admirado amigo Agustín Sotos Lacruz, pero en actriz, y Teresita soñaba con grandes interpretaciones al estilo de Aurora Bautista en "Locura de Amor" o Sarita Montiel en "El último cuplé"






                       


( Aurora Bautista, Sarita Montiel y "Bimba", esta última antes de su dieta de adelgazamiento, no disponemos de fotos más recientes )

( Continuará )  


"El humor es la suprema elegancia del que no tiene nada" ( Saphia Azzadine, escritora )


  




martes, 23 de octubre de 2012

La vida sigue igual

Un asesino como los demás (153)

Controlado férreamente Don Angel Luis, las fuerzas del orden se emplearon en seguir el rastro del segundo asesino, del cual ya tenían de todo, como en botica: sangre, esperma, saliva, pelos, huellas digitales, huellas de pisadas y hasta un mechero del Rayo Vallecano que se dejó sobre el cadáver. Crescenciano era un auténtico desastre, un patoso del cual no se hubiese sentido orgulloso su "maestro". Pero esta vez nadie señalaba con un dedo al asesino como había ocurrido con Don Angel Luis.
La ciudadanía estaba más calmada, en la masa humana nacional española destacaba el sector de "buenos españoles", los que hacían que se sintiese dichoso Rajoy y el resto de la banda, gente corriente que no protestaba ni por los recortes, ni por los asesinatos, ni contra De Guindos, ni contra Mas, ni contra Wert... No protestaban ni aunque les metieran un dedo por el ojo o un hierro al rojo vivo por el culo.
Valdeminguilla había vuelto a los retretes tras ser seriamente advertido de su posible expulsión del cuerpo si reincidía en acciones calamitosas. A Sanchidrian le "condenaron" a permanecer de guardia en la puerta de la comisaría "hasta nueva orden", que era como decir "hasta que Rouco Varela se convierta al islamismo"
Chávez ganaba las elecciones venezolanas y Obama - con una clara ventaja sobre Romney se preparaba para el sprint final. Julio Iglesias cantaba para el tirano Obiang. El obispo Sebastiá Taltabull, al frente del Super Clero Catalán, apoyaba al independentista Mas. Los expertos advertían que una Cataluña independentista jamás podría ser admitida en la OTAN al no disponer de Ejercito. (Vamos, un país de chiste, como Mónaco) Un nuevo héroe surgía en el firmamento de Nuevo México: Felix Baumgart, el paracaidista de mayor altura de todos los tiempos paracaidísticos. Se lanzaba desde 39 kilómetros de altura en un descenso "en picado" a 1.100 kilómetros por hora, rompiendo la barrera del sonido e intentando que Red Bull sonase más que la Coca Cola. En el País Vasco ganó las elecciones el PNV. Nacionalismo del vasco a tope para los siguientes años. Marchando otra de independencia!... En Galicia se afirmaron los señores peperos. Como cambian las cosas "de un país a otro"!
   
                                             





  










                                                                     
                                                          






( Variedad de bichos humanos: un negrito bueno, un negrito malo, un cantante pesetero, un obispo independentista, un paracaidista heróico y un comandante bolivariano electo por la Gracia de Dios )

"Rompetechos", "El Ful" y "El Profesor Merlíng" continuaban en busca y captura. "Rompetechos", como ya saben nuestros más avezados lectores, protagonizó una espectacular huída del hospital con la ayuda de Rufina Bustarbiejo, "La Finita", y la "colaboración desinteresada de Victorio Valdeminguilla y Honorato Sanchidrian.



   



( Bernardino Miranda Orejón, "Rompetechos"; Fulgencio Santoña, "El Ful";  Ubaldo García, "El Profesor Merlíng" y Rufina Bustarviejo, "La Finita", gente para todo en la Viña del Señor )

( Continuará )

"Necesitamos relatos para que el flujo de la realidad se nos vuelva inteligible. Unos más y otros menos todos necesitamos relatos de ficción y de no ficción , fábulas y crónicas, relatos de personas que existen o han existido o que son imaginarios, documentales e historias interpretadas por actores. Necesitamos mirar de cerca la realidad y necesitamos escapar temporalmente de ella, y encontrar en las ficciones donde satisfacemos esta huída claves simbólicas que nos ayuden a entender lo que vemos al abrir los ojos, al apartarlos del libro, al salir de la sala de cine"
(Antonio Muñoz Molina)