sábado, 30 de junio de 2012

La policía visita a Don Angel Luis

Un asesino como los demás (60)

- Es usted Don Angel Luis Alegre Santaflauta?
- Sí, señores, qué se les ofrece?
- Policía.
Y ambos le mostraron en un gesto rápido sus placas policiales.
- Soy el inspector Churriguera y este es mi ayudante López.
El viejo madero Churriguera miraba directamente a los ojos al viejo morador de aquella casa. El neofito López miraba al Cristo de Dalí serigrafiado en la camiseta del jubilado, como si nunca hubiese visto una cosa parecida.
- Pues usted dirá, inspector Churrillera.
- Churriguera. Podemos pasar?... No le robaremos mucho tiempo.
- Sí, sí, por supuesto, pasen ustedes, por aquí...
Mientras se dirigían al salón, la mente del asesino trabajaba a destajo: "Si tuviesen alguna sospecha no se mostrarían tan respetuosos, o sí?... No tienen una orden judicial de registro y están relajadísimos. A ver por dónde salen"

     (Placa policial)


- Siéntense.
- No es necesrio, se trata sólo de hacerle tres o cuatro preguntas relacionadas con una investigación en curso. Es un mero trámite. Vive usted solo, señor Alegre?
- Sí. señor, no soy dependiente, me defiendo muy bien.
- Sale a pasear a menudo?
- Me gusta la calle, pero ultimamente no salgo mucho porque me duele la rodilla. Cuando me encuentro un poco bien voy a la iglesia, a la parroquia del Divino Pastor.
- Tiene usted familia?
- Sí, señor. Ya se me murió mucha gente, pero tengo una hija que vive aquí cerca y unos nietos.
- Señor Alegre... - y el viejo inspector carraspeó. El viejo asesino barruntó que se acercaba el momento crítico - le dice a usted algo el nombre de Ponciana Arteta?



   (Porciana Arteta, una de las dos asesinas de Rosa Villaconejos y víctima de la venganza más atroz del asesino en serie)

Se hizo el tonto con mucho arte, es decir, fingió perplejidad absoluta, y luego dijo:
- Pues no, señor, no me suena.
- Es una de las mujeres que asesinaron a su esposa.
El astuto Churriguera no perdía detalle del rostro de su oponente, buscando algún detalle revelador en la mirada que le delatase. Pero Don Angel Luis, en su calidad de sicópata perfecto, iba por delante del madero.
- Ah, caramba, pues me había olvidado de los nombres de esas individuas. Bueno, la verdad es que nunca tuve intención de conservar en la memoria tales nombres. Ya es muy doloroso lo que ocurrió, señores, y mi religiosidad me impide vivir con rencor. Pero porqué vienen ustedes a recordármelo?
- Suponemos que Ponciana Arteta es otra víctima del asesino de ancianas.
- Vaya por Dios!, y qué tengo yo que ver con todo esto?
- Aunque le ofenda la siguiente pregunta, tengo que hacérsela, señor. Se ha visto con Ponciana Arteta en los últimos meses?
- Oiga, por quién toma?!... - fingió sentirse muy herido en su sensibilidad cristiana - Soy un hombre católico y decente y no frecuento a criminales. Por qué iba a relacionarme yo con la asesina de mi difunta esposa?
- No ha sido mi ánimo ofenderle, señor Alegre. Ya hemos terminado, muchas gracias por su atención y disculpe las molestias.

Cuando se fueron, Don Angel Luis cabiló sobre la nueva situación en la que se encontraba. Desde luego, él no era "el sospechoso", era tan solo "un sospechoso" Con toda seguridad el tal Churriguera estaba visitando a otras pocas o muchas personas relacionadas con Ponciana Arteta, tratando de encontrar un hilo del que tirar en una investigación en la que andaban perdidos. No obstante, debía andarse con mucho tiento a partir de ahora.


   ("Cristo de Dali", presente en la camiseta de Don Angel Luis)


- Qué piensa de este sospechoso, inspector? - preguntó López a su jefe mientras entraban en el coche.
- Yo no lo consideraría un sospechoso, me ha dado muy buena impresión, pero debemos considerarlo como tal mientras no tengamos sospechas fundadas de alguien en concreto.
- Tampoco se le parece al del retrato-robot, verdad?
- Así es, pero no me extrañaría que tengamos que interrogarle más a fondo, a él y a otros varios. El comisario está intentando lo imposible por dar con el maldito asesino, la presión social es muy fuerte y... Pues eso, López, que nos toca trabajar a tope!
- Algún día cometerá un error, no?
- Esperemos..., aunque lo ideal sería que lo atrapásemos antes de que vuelva a atacar.
- Me ha gustado la camiseta esa del Cristo, inspector. De qué Cristo se trata?
- No lo sé, soy agnóstico.
Sonó el motor del viejo Seat Toledo como epílogo del breve diálogo e inicio de la marcha hacía la comisaria, en donde les esperaba el comisario.
(Continuará)

viernes, 29 de junio de 2012

Sexo, fútbol y cambio de imagen.

Un asesino como los demás (59)

Felisa Calvo galopaba con todo su tonelaje sobre el miembro duro de Florencio el cowboy. A él le gustaba mucho que ella le montase, a pesar de la enorme masa corporal de la amazona, y se agarraba a sus super nalgas como un náufrago a una colchoneta salvavidas. De la tele les llegaba el sonido de la retransmisión de un partido de La Roja: España-Francia, cuartos de final de la Eurocopa. La Selección Española llevaba una ventaja de 1-0 desde el minuto 18, gol de Xabi Alonso.

 (España-Francia, un gran partido de España y una gran derrota de los vecinos de arriba de los Pirineos. Unos ganan y otros pierden, es así de simple)

A ninguno de los dos les gustaba el fútbol, pero a Felisa le ponía muy cachonda el sonido de fondo de una retransmisión televisiva futbolística. Esta "pequeña aberración privada" venía de sus tiempos de adolescente, cuando gozaba de sus primeras experiencias sexuales con su noviete Ataulfo. Se lo hacían en la habitación de Felisa los domingos y les llegaba el sonido del televisor del salón con la retransmisión del partido de fútbol en el que centraba todo su interés su padre. El hombre creía que los chicos estaban haciendo los deberes del colegio, pero jamás se acercó a comprobarlo porque estaba absorto en el fútbol, y además le hubiese sido muy difícil maniobrar con la silla de ruedas para entrar en la habitación.
Don Genaro era una víctima más del tráfico rodado, se pegó un hostión espectacular contra un camión de Leche Pascual con Chocolate cuando iba al volante de su Renault 4 por una carretera comarcal. El camión había rebasado la línea continua al tomar una curva muy cerrada.
Su esposa, Doña Felisa, a la que debía su nombre la futura poli, se pasaba los domingos y fiestas de guardar en una cafetería de moda o en el cine con su peña de amigas frivolonas, todas tan mal casadas como ella, o en casa de Don Arturo, un maestro de escuela cincuentón fogoso que se dedicaba a consolar a las malqueridas.

La pareja también había descansado tras la primera mitad, como los jugadores, y llevaban un segundo tiempo muy activo cuando... "Goooooool...!!" Lo marcó también Xabi Alonso, de penalty, en el minuto 91, y coincidió con un sentido orgasmo de Felisa.


  (Xabi Alonso, jugador de La Roja cuyo segundo gol contra Francia subrayó el triunfo de nuestra gloriosa selección y un orgasmo grande de Felisa Calvo)

La super carnosa y lujuriosa policewoman había dejado de fingir orgasmos desde que se acostaba con el pistolero del cañón largo. Tras encender el obligado cigarrillo ("Uy, mi amiga Teresa dice que lo va a dejar, no me lo creo") le hizo la pregunta de turno a su Florencio. Felisa era de ese tipo de mujeres que siempre tienen una pregunta nueva para después del acto sexual.
- Nos queremos, Floren?
- Coño, pues claro que sí, yo te quiero mucho a ti, flaquita mia.
- Follamos muy bien, pero tú crees que estamos enamorados?
- Pues yo creo que sí.
- Vale, si tú lo dices...
Le besó en la boca y acarició su formidable pene que todavía no se había achicado del todo. Le encantaba jugar con la verga de su amante en esos precisos instantes, obligándole a retrasar su obligada fase de menguamiento. Buscó el mando de la tele y cuando lo encontró puso silencio en la retransmisión futbolera. Además, venían las entrevistas y comentarios pos partido, que eran más insufribles que el partido en sí.


El señor Alegre y el Señor que está en la Cruz.

Don Angel Luis se miró calmosamente en el espejo del cuarto de baño. Perfecto. El bigotillo en fase de crecimiento y las patillas recortadas, todo ellos teñido de un color castaño colaro, las cejas depiladas y los pelillos de las orejas eliminados, le daban un aspecto de carrozón rejuvenecido o de glamouroso actor del Hollywood de las comedias de teléfonos blancos. Tampoco le quedaba mal la camiseta que había elegido para salir de paseo, una reproducción del Cristo de Dalí en el pecho y en la espalda.



   (Famoso "Cristo de Dali")


Pensó en Encarni y en su extraño comportamiento durante la última semana. No le llamaba para que sacase a los nietos de paseo, y además daba la impresión de que le rehuía. Un día se la encontró en la calle y apenas cruzaron tres palabras. "Tengo que hablar con ella, algo le ocurre a mi hija", pensó en voz alta, "aunque quizá me convenga que no se me vea mucho con los nietos"
Llamaron al timbre y acudió despacito a abrir. "A estas horas sólo pueden ser los testigos de Jehová. Joder, qué coñazo!"
Abrió la puerta y se encontró con dos caballeros muy serios, uno mayor y otro no tan mayor. "Bueno, pues no hay que ser muy listo para deducir que son policías", pensó con rapidez y perspicacia.
El más mayor se dirigió a él mirándole muy fijamente a los ojos.
- Es usted Don Angel Luis Alegre Santaflauta?
- Sí, señores, qué se les ofrece?
- Policía.
Y ambos le mostraron en un gesto rápido sus placas policiales.

(Continuará)


jueves, 28 de junio de 2012

Así está la peña.

Un asesino como los demás (58)


Manolín
El niño tenía idealizado a su abuelo y soñaba con ser un asesino como él. (Manolín era el único que conocía la identidad del asesino irreductible, aunque su madre lo sospechaba oníricamente en sus luciferinos sueños) De momento ya había torturado y asesinado al gato de los vecinos del Principal Izquierda, un cariñoso michino de nombre Ozil, como el jugador alemán del Real Madrid. Y supo mentir muy bien echándoles la culpa del gaticidio a unos rumanos que tocaban el acordeón en la calle.


Valdeminguilla

(En la fotografía de abajo, el agente Victorio Valdeminguilla)

  Le dieron a elegir entre una condena y el "destierro" El "destierro" eran dos meses sin sueldo y en casita. Eligió la condena: fregar los retretes de la comisaría.


Felisa Calvo

A Calvo la vino de perlas que la librasen de aquel karma. Patrullar con Valdeminguilla era un suplicio diario, les vacilaban hasta las carteristas checas de la plaza Faraona Lola Flores. Mejoró tanto el estado anímico de la agente Calvo que su amante vaquero se lo notó en la cama. El gran mimo Rosendo Cabello y la super poli Felisa Calvo continuaban siendo sexualmente felicísimos.



  (Rosendo Cabello, gran mimo y estatua viviente. Antes de hacer de vaquero hizo de indio y siempre con clamorosos éxitos de crítica y público callejero)


Doña Purita (Purifación Castro Allendelagua en el DNI)

  (Doña Purita en una de las grabaciones realizadas en su casa para un programa de Tele 10. "El desparpajo de esta señora denunciando la incompetencia policial la convirtieron en una celebridad de la tele-basura nacional)

Sus momentos de gloria televisiva habían terminado. Intentó desesperadamente que la volviesen a entrevistar para contar al mundo que el vidente no era el asesino de ancianas, pero la rechazaron. Los señores amos de las teles consideraban que ya estaba "muy quemada" de tanto soltar el mismo rollo en todas las cadenas. Ahora hacía la guerra en solitario, rastreando calles y plazas en busca del hombre que un día intentó matarla. Y cierta tarde creyó encontrarle. Pero no, sólo era un espejismo, se trata de un notable parecido. Además, aquel caballero vestía estrafalariamente: gorra New York, camiseta de Iniesta, pirata rosa y zapatillas fashion. "Qué horror!, qué mal gusto!"


El Jefe Superior y el Comisario...

... se enzarzaron en su primera bronca importante.
- Haré lo que me salga de los cojones, Lopategui, tú no tienes porqué darme órdenes, el jefe soy yo!
- Creo que estás perdiendo los papeles, Navacerrada, te conozco desde hace mucho y nunca te he visto así.
- No tienes porqué juzgarme, cállate!
- Me he limitado a decirte que el vidente quiere verte...
- No quiero oirte!
- ... y sólo he comentado que no entiendo porqué el vidente quiere verte.
- Vale, pues yo no quiero ver a ese capullo, y no se hable más!

(Continuará)


miércoles, 27 de junio de 2012

Vidas desgraciadas

Un asesino como los demás (57)

    Escolástico Navacerrada San Fermín, Jefe Superior de Policía.
Sus tiempos de joven idealista en la lucha contra el crimen habían terminado. Ya empezó a corromperse antes de que entrase en escena el asesino maldito, pero ahora era un corrupto de tomo y lomo.
Finalmente, con la ayuda de sus amigos hampones, se hizo con la grabación secreta de Ubaldo y prendió fuego a su apartamento. Y además sintió un extraño placer en ello.


Encarni, hija de Don Angel Luis, el asesino.
Una extraña mutación empezaba a operarse en esta buena mujer, hasta ahora una feliz maruja sin más problemas que los puramente domésticos. La "mirada asesina" que le dedicó su padre en el cementerio la descolocó de tal manera que, a partir de entonces empezó a aparecérsele todas las noches en unas pesadillas horribles. Y una voz de ultratumba la golpeaba con fuerza: "Tu padre es el asesino!... Tu padre es el asesino!"



    Comisario Lopategui Serranillos.
Al diligente comisario comenzaba a cegarle la ambición. Intuía que la caída del jefe supremo era cosa cantada y que él era el hombre idóneo a ojos del ministro para ocupar su puesto. Pero le fastidiaba enormemente que el asesino siguiese en libertad. Una cosa estaba clara, no era un asesino como los demás. No, era una auténtica pesadilla para las fuerzas de seguridad del Estado y una vergüenza nacional!... Y cualquier paso hacia adelante fracasaba estrepitosamente: No habían encontrado el cuchillo que el asesino supuestamente habían lanzado al estanque. (La verdad es que sólo rastrearon cerca de los urinarios, sin sospechar que aquel viejo tenía fuerzas suficientes para lanzarlo más lejos)


Retrato robot.

  El retrato robot confeccionado con la ayuda de Purificación Castro, Felisa Calvo, Victorio Valdeminguilla y el enchironado Ubaldo-Merlíng estaba sirviendo de muy poco, tan solo para molestar a algunos caballeros inocentes. (Ninguno de los aludidos se habían puesto de acuerdo en el tamaño de las orejas o la forma de la nariz, si los ojos eran castaños o verdes, etc., etc.)

Y qué estaba ocurriendo con las vidas del repelente Manolín, el bufonesco Valdeminguilla, la oronda y ardiente Felisa Calvo y la corajuda Doña Purita?... La respuesta en el próximo y sorprendente capítulo de su culebrón favorito. Mañana mismo sin más tardar.

(Continuará)

martes, 26 de junio de 2012

Usted mismo puede ser el asesino

Un asesino como los demás (56)

Hubo quienes achacaron la impunidad del asesino a una soterrada maniobra política para distraer a la opinión pública de la pésima gestión económica del gobierno. Otros decían que eran varios los asesinos y que lo del "asesino en serie" era un invento de la prensa para crear amarillismo y facturar publicidad a troche y moche, todo un maná del cielo en estos tiempos de crisis. También corrieron ciertos bulos de lo más disparatados: que era una mujer y a su vez la reencarnación de una asesina de vírgenes que vivió en tiempos remotos en San Cosme del Prat; que era un obispo misógino y su misoginia se debía a que de niño le tocaba la pilila una amiga de su abuela; que era un extraterrestre con capacidad para hacerse invisible si detectaba la presencia de testigos oculares...
Y las hipótesis más imaginativas hablaban de una doble personalidad tipo Doctor Jekill y Mister Hyde, que unos atribuían a Mariano Rajoy, otros a Rodríguez Zapatero y los más osados a Santiago Carrillo. Decían que el viejo comunista experimentaba con un nuevo fármaco que le rejuvenecía 40 años, y que pasados los efectos, tras sumar una nueva víctima, volvía a ser el entrañable nonagenario erudito de las tertulias radiofónicas.



  

  (Algunas de las relevantes figuras a las que la imaginación popular acusaba de ser el asesino en serie de ancianas. A pesar de lo descabellado de tales conjeturas, muchos medios informativos las defendían tenazmente)


Pero nadie sabía que, tras el carrerrón criminal del monstruo ilocalizable, había algunas vidas malogradas, y no precisamente las de las mujeres asesinadas. Por culpa de la acción abominable de Don Angel Luis (cuyo nombre sólo conocemos usted y yo, amigo lector) varias personas estaban sufriendo un cambio sustancial en sus vidas, y la mayoría de ellas para mal. De ello tendremos constancia en el próximo e interesantísimo capítulo de este culebrón entre amigos. Buenos días Doña Mode, Doña Teresa, Don Agustín, Don Jesús...

(Continuará)

lunes, 25 de junio de 2012

Un cadáver muy muerto y un asesino muy vivo

Un asesino como los demás (55)

El ataud fue introducido en la bodega del avión antes de que llegasen los pasajeros. A las compañías aéreas no les gusta sembrar el temor entre los supersticiosos. Nelson Cristiano vino a España para matar y ahora le repatriaban a su Colombia natal transformado en un fiambre para gusanos.
Con el regreso del sicario muerto a su tierra, la historia del asesino en serie más escurridiszo e insistente (18 víctimas hasta el momento) adquiría caracteres de leyenda.


        (Feliz vuelo y que descanse en paz!)


Ya todo el mundo sabía que el asesino más buscado no era el asesino del sicario, pero su "jugarreta diabólica" de pasarle el cuchillo al profesor Merlíng casi delante de los morros de una patrulla de policía , lo había convertido en un mito de nuestro tiempo. La figura en la sombra del asesino de ancianas atraía la atención de los expertos policiales de todo el mundo: criminalistas, periodistas de sucesos, escritores, filósofos, creativos de comics y, por supuesto, videntes y todo tipo de charlatanes. En los programas raros de radio y televisión, algunas famosas extravagantes se permitían fantasear con las posibles inclinaciones eróticas del asesino.


       (Oh, el erotismo de la muerte!)


Florencio Santurce, director y accionista de Tele 10, por fin podía relamerse del gusto. Empezaba a recuperar los niveles de audiencia perdidos tras el descalabro que le había supuesto el "abandono forzoso" del Profesor Merlíng, la mega-estrella de la casa. Los programas de duro contenido crítico hacia la figura del Ministro del Interior y la Policía  sólo habían sido superados en audiencia por los partidos de "La Roja" La fantasmada del ministro atribuyéndose la captura del asesino antes de capturarlo provocó tantas críticas incendiarias como risas sarcásticas. Y las burlas, más o menos ingeniosas, arreciaban a medida que transcurrían los días y el asesino no caía en la red.
"No hay dinero, no hay debate sobre el estado de la nación y no hay inteligencia para capturar al asesino", rezaba el titular de portada de "La Opinión Lúcida de Badajoz"



"Quién es?... Cómo es?..." Un debate de Tele 10

      (Imagen del plató y del público asistente)

Florencio Santurce seguía el debate, junto al realizador en la sala de control del Estudio 15. Tomaba en ese momento la palabra el periodista Flavio Oriñón de Super Ideal Digital.
- Vale, digamos que estoy de acuerdo con lo que han dicho otros colegas, que al asesino le acompaña la suerte y que la policía no está a la altura de las circunstancias. Pero no me negarán ustedes que este tipo es un genio!... Para tener tanta suerte hay que ser un genio, coño!
- Tío, razona lo que estás diciendo o aquí cada uno podemos soltar una chorrada y quedarnos tan panchos. - Le atajó el poeta Silverio Islares.
- Te lo razono, te lo razono... y las chorradas las dirás tú, Silverio, no me jodas!
- Haya orden, señores! - Se impuso el moderador.
- Vale, pues sigo. Al mérito que tiene este hombre en saber esconderse a cada paso que da , lo que implica una cierta sicología, sangre fría, espíritu observador, paciencia de felino y una atención muy despierta ante cualquier movimiento de la policía y de posibles testigos, hay que sumarle los sucesivos cambios de táctica operados desde que comenzó a asesinar, y no me refiero ahora a los cambios radicales en la selección de víctimas, mujeres ricas o mujeres pobres. No olvidemos que en un principio quiso jugar con la policía, como otros sicópatas ansiosos de fama, pero de pronto dio un giro absoluto renunciando a ofrecer más pistas. Y tal giro coincidió con el momento en el que los medios le empezábamos a dar más cancha.
- Perdón, Flavio, te has traído una de las tarjetas de visita, no? - Interrumpió el moderador.
- Sí, gentileza de la Policía, aquí la tengo. Más que una tarjeta es un tarjetón, je, je!
- A ver, la cámara 4... danos un primerísimo plano, por favor.
Y la cámara mostró el texto escrito por el asesino, todo un deleite para la audiencia mayoritaría de Tele 10.
"Ejecutor implacable en ratos libres. Identidad y paradero desconocidos. Sin teléfono, e-mail, piedad ni vergüenza. Gracias a la ineptitud policial seguiré actuando" (Ver capítulos 1 y 2)
- Aquí lo tienen, - prosiguió el periodista Oriñón - quién me niega que no hay un genio detrás del monstruo?... Joder, si esto parece una mezcla de Gila y Anibal Lecter!... Pues bien, cuando asesinó a Dolores Arriba Sánchez, la señora de 94 años, ya no hubo tarjeta de visita, (ver capítulo 5) como si repentinamente se lo hubiese pensado mejor. Y me consta que la policía rastreó en sopotocientas imprentas sin ningún resultado.
- En el caso de que le sorprendiesen ahora con las mano en... en una víctima, no tendrían pruebas para culparle de los otros asesinatos. - Dedujo Asturio Domínguez, cronista de sucesos de "El Nuevo Caso"
- No contestes, Flavio, no contestes!... hasta después de la publicidad, of course!

(Continuará)

sábado, 23 de junio de 2012

El vigilante del cementerio

Un asesino como los demás (54)

- Oye, no serás tú el asesino en serie y por eso has renovado la imagen?, je, je!
Don Angel Luis se detuvo instantáneamente y la miró con una frialdad glacial. Encarní se asusto. Aquella mirada le trajo a la memoria cuando era niña y él se enfadaba por alguna de sus travesuras.
- Perdona, papá, sólo era una broma.
- Ni en broma, hija mia, ni en broma!... Con esas cosas tan terribles no se juega.
Era un actor perfecto, el mejor fingidor del mundo, nadie lo hubiese puesto jamás en duda.
Manolín lo había escuchado todo aunque aparentaba caminar distraído unos metros por delante con Encarnita.
"Pues yo lo tengo muy claro desde hace tiempo, el  abuelito es el asesino en serie. Sabe montárselo muy bien para que no le pillen"




                 



Llegaron a la puerta del cementerio y les saludó cortesmente el vigilante. Ultimamente se había reforzado la seguridad en los cementerios más populosos porque las "hordas" de desahuciados indignados saqueaban las tumbas de los ricos buscando objetos de valor. A veces estos saqueadores tropezaban con los grupos de satánicos que iban a celebrar sus rituales nocturnos y se armaba la del antidios es el anticristo. Los resultados eran espeluznantes: montones de tumbas destrozadas, huesos esparcidos por todas partes, pintadas a favor del demonio y otros grafitis pidiendo la guillotina para Rajoy o que disolviesen en ácido sulfúrico a Esperanza Aguirre. La gente extremista es así de exagerada.. Y el gobierno dijo que no había ni un euro para arreglar panteones y nichos siniestrados. Esperanza Aguirre, como siempre, puso la guinda: "Los muertos no van a protestar porque el cementerio esté hecho un cristo" La boutade de la regidora provocó que esos días aumentasen en las redes sociales los insultos hacia ella. "Hija de puta" era el más utilizado en Facebook.



    (Excelentísima Señora Doña Esperanza Aguirre)



La fantasiosa Encarnita abordó al señor segurata:
- No te da miedo trabajar aquí... rodeado de muertos?
El vigilante Jesús Valdivieso forzó una sonrisa ante el espantajillo de la peineta negra.
- Pues no, los que me dan miedo son los vivos, de esos sí hay que tener cuidado.
- Tiene usted toda la razón, amigo, - terció Don Angel Luis - a mi esposa me la mataron unas asesinas muy crueles.
El vigilante Valdivieso trató de ser diplómatico con aquella familia tan rara. El abuelo y la nieta parecían sacados de un baile de disfraces, el niño tenía un careto de mala bestia que daba yuyu, y la madre cargaba con un culo que duplicaba el de la mujer más culona del mundo.
- Seguro que las asesinas de su esposa también han encontrado su castigo. - Dictaminó el vigilante.
- Seguro! - Exclamó Don Angel Luis - no le quepa a usted la menor duda.
- Todos cargamos con nuestra cruz, caballero. Yo, ultimamente, no consigo conciliar el sueño porque mis vecinos de arriba se dedican a arrastrar muebles. - Se quejó el sufrido velador de la seguridad ciudadana sector mecrópolis.
- Para matarlos! - Encoraginose Don Angel Luis en solidaridad con el vigilante torturado por la sádica vecindad.

Oh, algo prodigioso ocurría en esos momentos!... Toda la secuencia del cementerio estaba siendo observada extrasensorialmente por el vidente más portentoso del país, el siempre iluminado profesor Merlíng!... desgraciadamente reducido a carne de presidio, enchironado sin fianza a la espera del juicio, privado de su preciada libertad como un vulgar delincuente por una jugarreta del destino o una putada del más innoble jerarca policial.

El vigilante Jesús Valdivieso, aprovechando que la Familia Monster ya se había largado y que no quedaba más público en el sagrado recinto, acudió a aligerar el peso de su vejiga contra el panteón del más rico del cementerio.

(Continuará)

viernes, 22 de junio de 2012

Familia cristiana modélica

Un asesino como los demás (53)

Fue Encarnita la encargada de depositar el hermoso ramo de flores sobre la tumba de la abuelita Rosita. A Don Angel Luis le brotaron un par de lagrimillas de emoción y pena (Imaginativamente porque los sicópatas no lloran) Encarni dirigió la plegaria:
"Dios de te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, benedita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús"
Encarni, Manolín y Don Angel Luis respondieron a coro:
"Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén"


  (Bellísimo cementerio en donde reposa el cuerpo de Doña Rosita)


El ramo de flores destacaba con toda su colorista belleza en una tarde de generoso sol primaveral. Una inscripción en la lápida recordaba a la ex dueña de sus huesos:
"Rosa Villaconejos Ortiz. Tu marido, hija, yerno y nietos que no te olvidan"
(El yerno, Manolo, currelaba con el taxi a estas horas y no le gustaban los cementerios) La verdad es que no eran religiosos practicantes, ni siquiera religiosos, pero reservaban su fe para momentos como este, bodas, bautizos y comuniones, igual que la mayoría de los españoles descreídos. Los niños iban a un colegio laico, el colegio publico "Comandante Che Guevara" (que aún no se llamaba "General Mola" a pesar de la insistencia del sector duro del PP y de los obispos nostálgicos del invicto caudillo) pero también acudían a catequesis los domingos, a la parroquia del Divino Pastor.
Manolín, escéptico prematuro ya en su preadolescencia, tuvo un pensamiento acorde con el momento: "Qué absurda es esta costumbre de traer flores a los muertos, en cosa de nada ya se habrán marchitado. Si por lo menos las hubiésemos traído de plástico"
Encarnita, más ingenua y tradicional, se había empeñado en lucir peineta y mantilla negra, a lo María Dolores de Cospedal, y lo había conseguido a pesar de las reticencias de su madre. Parecía una beata enana de la España profunda. Encarnita no tenía ningún recuerdo de la yaya Rosita, pues era muy pequeña cuando esta murió, pero suspiraba o lloraba cuando alguien rescataba su recuerdo.


      (Che Guevara y General Mola, dos fanatizadores de masas)

Caminaron despacio de regreso a la salida del camposanto. Aprovechando que los niños iban algo adelantados, Encarni le susurró a su padre:
- No crees que estás demasiado llamativo, papá?
Don Angel Luis lucía en la cabeza una gorra americana con la inscripción "New York" en letras plateadas; una camiseta de La Roja, la correspondiente a Iniesta; unos piratas de color rosa y unas zapatillas de marca muy chulas. A la dulce Encarnita le había encantado el cambio. Don Angel Luis era ahora un hombre renovado, fashion, deportivo, publicitado... feliz!
- Me he puesto ropa veraniega moderna simplemente, te parece mal?
- No, estás muy guapo, je, je!, muy juvenil!... Sabes lo que pienso? - y dibujó una sonrisa pícara en su rostro - que a lo mejor estás pensando en echarte novia.
- Sabes que no, hija mia, soy un hombre mayor y absolutamente fiel a la memoria de mi difunta Rosita, tu santa madre que Dios tenga en su gloria.
Y lo dijo muy serio. Ella acentuó su sonrisa.
- Oye, no serás tú el asesino en serie y por eso has renovado la imagen?, je, je, je!
(Continuará)

jueves, 21 de junio de 2012

Un ministro visionario y un asesino tranquilo


Un asesino como los demás (Episodio 52)



  Don Escolástico Navacerrada San Fermín, brillante super jefe policial con miedo a perder la poltrona, tuvo que tragarse su amor propio y las ganas de pegarle una hostia al comisario Lopategui Serranillos.
El ministro también tuvo que joderse, pero como buen político maniobrero hizo todo lo posible para sacar rédito de la situación. Convocó una rueda de prensa ante numerosos medios informativos, incluso extranjeros, con la presencia añadida de Navacerraeda y Lopategui en plan estrellas rutilantes policiales, para anunciar a bombo y platillo la captura casi inminente - "cosa de días, incluso de horas" - del peligroso asesino en serie. "Estamos estrechando el cerco" Y animó a difundir el retrato robot del mismo en todos los periódicos y televisiones. Y no destituyó al Super Jefe de la Pasma para dar a la opinión pública una imagen de normalidad y seguridad ciudadana.
Rizando el rizo de lo grotesco, condecoró con la "medalla al mérito policial" a los agentes Sotillos y Fernández "por haber capturado a un asesino y haber dado con la pista de otro más temible" No se dijo, por supuesto, que al presunto killer capturado lo encontraron cagado de miedo y de mierda y que a los agentes condecorados les jodía mucho que el premio no incluyese una subidita de sueldo y unas vacaciones.

  (Coche patrulla de los agentes Sotillos y Fernández)

Todos estos actos de autobombo ministerial policial se hicieron con el concurso favorable de la prensa "domesticada", admitiéndose sólo preguntas de los periodistas afines al aparato gubernamental. El resto de plumiferos y blogueros le dedicaron titulares del tipo: "El ministro vende la piel del oso antes de cazarlo"; "El asesino se rie de los políticos y los policías"... Hubo quien fue más lejos: "Mensaje para el asesino: Que la próxima sea Esperanza Aguirre" El "gracioso" fue detenido por apología del terrorismo.


  (Esperanza Aguirre, permanente blanco de insultos y amenazas)

La desazón carcomía al prepotente Jefe Superior, se sentía un pelele zarandeado por todos: Humillado por su inmediato inferior Lopategui Serranillos; burlado por el mismísimo imbécil de Valdeminguilla , que había dejado escapar al asesino; objeto de la condescendencia del ministro y muñeco de pim-pam-pum del hijoputa de Ubaldo. Qué carta guardaba en la manga Ubaldo?... Conservaba la grabación o la había destruído el sicario?... De eso se iba a enterar muy pronto.


Familia unida

Sorprendentemente, el hombre más tranquilo de esta historia era el que la había provocado, el epicentro de todo el movidón político policial, un apacible jubilata muy querido por su hija, yerno y nietecitos.
"El retrato robot se me da un aire, pero también se da un aire a otras muchas personas que conozco"
- Qué día más hermoso, eh, papá?
- Hermosísimo, hija mia, ni una nube en el cielo, los pajaritos cantan y los jardines rebosan de flores. La Primavera es vida!
Encarni, Don Angel Luis, Manolín y Encarnita esperaban en la parada al autobús que les llevaría al cementerio.
(Continuará)

miércoles, 20 de junio de 2012

Un buen trabajo del comisario

Un asesino como los demás (51)

Dos cafés bien cargados y dos viejos maderos frente a frente. Habló el comisario Lopategui:
- Referente al asesinato del sicario está todo aclarado, incluso el pájaro lo ha confesado. Huellas en la pistola, huellas en la casa... Tenemos también la declaración del taxista que les llevó hasta allí y de varias personas que les vieron juntos en dos cafeterías. Pero no quiere explicarme quién podría tener motivos para encargar su muerte.
"El jodido es más listo de lo que yo pensaba. Algo está tramando, seguro", cabiló el Jefe de la Pasma.






Continuó el comisario:
- Pero el individuo no está relacionado con el crimen de la chabolista. En este caso sucede todo lo contrario, ni una huella, ni un testigo, nada!... El cuchillo se lo pasó el otro, esa es la verdad.
- Ya, sin embargo me dijiste ayer que el modus operandi no ha sido el mismo que el del asesino en serie, no se ha limitado a acuchillar a la víctima, sino que la ha torturado a conciencia.
- Antes que nada y para dejar un cabo atado, escucha: Hace un momento he recibido el resultado de las pruebas periciales; el asesino de la vieja chabolista es diestro, lo mismo que el asesino de las 17 viejas anteriores.
- Y...?
- Nada que ver con el payaso de la tele. Ubaldo García es zurdo. Así que queda absolutamente descartado como asesino en serie de ancianas.
"Joder, y a mi me apea del cargo el cabrón del ministro"






      


El asesino en serie continuaba libre como un pájaro, el ministro descargaría su ira sobre él, y para colmo el hijoputa de Ubaldo se guardaba alguna carta bajo la manga. Estaba demostrando ser lo suficientemente listo como para reservarse una acusación que en estos momentos resultaría ridícula, además de temer que lo "suicidasen" en el calabozo. Ubaldo no olvidaba las prácticas de la policía franquista, que muy bien podrían surgir en estos momentos de crisis y desesperación policial.
- Vamos a ver, Lopategui, si el modus operandi con la chabolista no coincide con el de los otros crímenes, podríamos pensar que hay un tercer asesino, no?
- No, se trata del mismo, sólo que en esta última ocasión y por la razón que él sólo sabe, ha decidido ser especialmente cruel. De todas formas, examinaremos los antecedentes de Ponciana Arteta por si arrojan alguna luz nueva.
- Y por qué estás tan seguro de que se trata del mismo asesino?
- La descripción que el vidente ha hecho del viejo que puso el cuchillo en su mochila, coincide perfectamente con la descripción que hizo la vieja a la que estuve interrogando el otro día, la tal Purificación Castro Allendelagua, recuerdas?, esa que salió en la tele poniéndonos a parir a los policías porque Daoiz y Velarde no la tuvieron en cuenta.
- Bueno, coño, eso puede ser una mera casualidad.
- No, porque hay un tercer testigo y vas a alucinar, mejor dicho, un tercero y un cuarto testigos. La agente Felisa Calvo ha denunciado que durante el control de armas blancas en el Parque Virgen Santísima del Escorial, el agente que la acompañaba permitió que uno de los viejos se escabullese durante unos minutos con la disculpa de que iba al urinario, y este posiblemente aprovechó la ocasión para desprenderse de su cuchillo arrojándolo a un estanque que hay allí al lado. Y el retrato que hacen del individuo en cuestión la agente denunciadora y el agente indisciplinado, coinciden con el retrato hecho por Purificación Castro y Ubaldo García.
- Y quién es ese capullo de policía?
- Un tal Victorio Valdeminguilla, te suena?
- Me cago en su puta madre!!...
- Ya le he abierto un expediente. También he mandado dragar la zona del estanque próxima a los urinarios. Si apareciese el cuchillo serviría como prueba inculpatoria, sumándolo a los testimonios de Calvo y Valdeminguilla, por supuesto.
Don Escolástico olvidó el cabreo con Valdeminguilla para centrarse en Lopategui. Tenía que hilar fino.
- Lopategui, has hecho un buen trabajo, pero esto tiene muy mal color. El prestigio de la policía está en entredicho, ya lo sabes. Ahora que tenemos un buen retrato del asesino, su captura puede ser cosa de pocos días, no te parece?
- También teníamos un buen retrato de Antonio Anglés y se esfumó.
- Bueno, hay casos escepcionales.
- A dónde quieres ir a parar, Escolástico? - Pero no necesitó la respuesta. La mirada de Escolástico Navacerrada San Fermín era un poema. - De ningún modo, colega, no cuentes conmigo para engañar al ministro.
(Continuará)

martes, 19 de junio de 2012

Linchamiento mediático y populachero.

Un asesino como los demás (50)

La prensa sensacionalista y la televisión basura - tanto monta, monta tanto - colmaban todos sus espacios con el notición del año. También la prensa seria le dedicó algunas portadas. Pero los "terroristas" del papel couché y sus correligionarios de la tele aberrante ya habían decidido que el despiadado asesino de ancianas era el profesor Merlíng. Empezaba el linchamiento público!... Y eso que la policía se apresuró a enviar un comunicado diciendo que aún no había datos concluyentes, pues faltaban las pruebas periciales.
Por Internet se divulgó enseguida la "primicia" de que el sicario asesinado había trabajado años atrás como actor de culebrones ("Luz Cristina y el terrateniente ominoso", "La sobrinita del padre Lucrecio"...) con el nombre artístico de Narciso de Fuentebella.



   ("Narciso de Fuentebella", a la izquierda de la imagen, en una escena de la tele-novela "Gracielita, la cojita mancillada")

En un programa televisivo de esos de tertulias entre personas gritonas, se especuló con la posibilidad de que se tratase de un crimen pasional entre homosexuales, pues muy posiblemente el sicario y el vidente eran amantes y ambos compartían en secreto un apasionante juego de rol que consistía en matar ancianas.
Un obispo aprovechó la coyuntura para decir que todos los homosexuales eran criminales en potencia, lo cual provocó la respuesta airada del colectivo gay que consistió en convocar una fiesta de lo más fashion en Chueca.


  (Imagen de una de las muchas fiestas gays en respuesta a la Conferencia Episcopal)


El comisario Lopategui Serranillos y el presunto multiasesino ya llevaban tres días viéndose las caras, descontando algunas horas para dormir y algunos minutos para tomar café.
La estrella mediática caída en desgracia (de momento!) había rechazado el abogado de oficio.
- Son las mismas preguntas siempre, joder!
- Y te las seguiré haciendo porque me sale de los cojones y porque este es mi oficio. Y agradece que no te aplique la ley antiterrorista porque ya te habría inflado la cara a hostias. Tú te crees que yo puedo creerme lo que me estás contando.
- No hay otra cosa, eso es lo que pasó.
- Recapitulemos: Vas y matas a un peligroso sicario que se ha hecho pasar por el heredero de una  casa con fantasmas. Tú, "un hombre de paz" como te defines, matas de tres tiros a un peligroso sicario, a un hombre con un curriculo de asesinatos que haría palidecer al estrangulador de Bostón, y lo matas con una pistola que te regaló un nazi porque le libraste del mal de ojo que le hacía un judio. De vuelta a casa te paras a cagar en la orilla de la carretera y aparece otro asesino que te regala su cuchillo, el cuchillo de su crimen. Joder, una historia así no se le ocurre ni al guionista más demencial de culebrones!... y tú pretendes que me la crea yo?
- Insisto, las cosas sucedieron así, y ya estoy harto de repetirlo, joder!
Pero el comisario Lopategui Serranillos ya estaba convencido de la sinceridad de su interrogado (como veremos más adelante) sólo que necesitaba presionarle un poco más para convencerse del todo. Había, sin embargo, un "detalle" que le tenía mosqueadísimo, la gran incognita del asesinato del sicario.
- Entonces, no me vas a revelar quién tenía motivos para contratar un sicario y enviártelo?..., quién deseaba tu muerte con tanto interés?
- No puedo, ya se lo he dicho mil veces.
- Pero, coño, no lo entiendo, tío!... Es la única posibilidad que tienes de demostrar que fue en defensa propia. O es que temes que todavía haya alguien buscándote?..., o estás implicado en drogas... o en trata de blancas?
- Me gano la vida honradamente con mi consulta y con mi trabajo en televisión, hostias!
- Pues confía en la policía, joder!... Aquí dentro estás protegido.
"Y una mierda!"
Interrumpió un agente uniformado:
- Señor comisario, usted perdone la interrupción, pero se trata del Jefe Superior y dice que es urgentísimo.
- Vale, vigile a este pájaro de mientras.

Lopategui Serranillos atendió en la habitación anexa la llamada del Jefe Superior de Policía, su buen amigo Escolástico Navacerrada San Fermin.
- El ministro me ha dado un ultimatum, Lopategui, dice que en dos horas...
- Pues me temo que nuestro flamante ministro no va a poder lucirse ante la prensa. Este desgraciado no es el asesino en serie.
- Voy para allá, Lopategui, tenemos que hablar. En diez minutos te veo.
Al colgar el teléfono, un agente se acercó al comisario y le pasó un sobre grande.
- Son los resultados de las pruebas policiales que faltaban, señor.
- Gracias, Gutiérrez.

(Continuará)



lunes, 18 de junio de 2012

El ministro se impacienta.

Un asesino como los demás (49)

La detención de Ubaldo García del Nogal, alias "Profesor Merlíng" (súbitamente su "nombre artístico" pasó a convertirse en un "alias" de delincuente) conmocionó al país y especialmente a sus muchísimos fans televisivos, desviando la atención de otros problemas importantes como el rescate económico, la lucha minera en Asturias o el caso Carlos Divar. Sólo las hazañas de "La Roja" atraían más la atención del populacho que el caso del Profesor Merlíng.



    

La escalada criminal del escurridizo asesino de ancianas que entre finales de Mayo y principios de Junio de 2.012 incrementó su interés mediático por la celebridad de tres de las víctimas, las ex-trapecistas Hermanas Aguilas Imperiales y la ex-terrorista "Cat Woman", parecía tener ahora su colorario en la captura del vidente de Tele 10, "sorprendido con las manos en las dos armas homicidas" por una patrulla policial que habitualmente no hacía esa ruta.


(En las fotografías de abajo, Marce Rocamora, una de las dos Hermanas Aguilas Imperiales en sus años de esplendor artístico y días antes de ser asesinada)





Y así fue, los agentes se desplazaban a atender una curiosa denuncia. Varios senderistas habían denunciado a una señora "sucia y malhablada" que les cortaba el paso en una de sus rutas habituales de senderismo, diciéndoles que estaban "allanando un terreno de su propiedad" y ordenando a un perrillo sarnoso que les atacase. "Ataca, Messi, ataca...!", gritaba la señora sucia y malhablada, y el perrillo se lanzaba a las piernas de los senderistas con claro afán de morder. Y esta señora era la asesinada Ponciana Arteta. (Faltó poco para que el asesino más suertudo del mundo fuese capturado por Sotillos y Fernández)

El Ministro del Interior aguardaba impaciente la confirmación de que Ubaldo García del Nogal, el conocido pitoniso televisivo Profesor Merlíng, era el asesino tan buscado en los últimos tiempos.
Nuevamente el teléfono se pudo al rojo vivo.
- Qué leches pasa, Navacerrada, lo tenemos o no lo tenemos?
El Jefe Superior estaba más preocupado que el ministro porque él sabia la verdad de lo ocurrido. El sicario había caído como un gilipollas y al tonto de Ubaldo (que pronto demostraría no ser tan tonto) pretendían hacerle comerse el marrón de la vieja asesinada en el chabolo. Bueno, el ministro quería que cargase con las dieciocho víctimas del sicópata. Pero esto iba a ser imposible porque el vidente tendría mil testigos a su favor, los que declararían que durante los asesinatos se encontraba grabando su programa televisivo, asistiendo a diversos saraos o exhibiéndose en cafeterías y centros comerciales.
Carraspeó antes de enfrentarse telefónicamente a su notable jerarca.
- Verás, ministro... (Esta vez empleó el tuteo formalista) todavía le está interrogando el comisario Lopategui Serranillos.
- Desde anteayer?!... Coño, le hemos pillado casi in-fraganti y ahora surgen dudas?!
"Hemos"..., la madre que lo parió!"
Decidió ser lo más suave posible para no aumentar su mosqueo:
- Existe la posibilidad de que haya dos asesinos.
- La hostia, qué complicados sois los polis!... Oye, Navacerrada, dile a ese Serranillos, o como se llame, que sólo disponemos de dos horas antes de informar al país de que hemos capturado al enemigo público número uno. De acuerdo?
"Amén"

(Continuará)